Abraxas y su evolución en el ocultismo
Abraxas ha pasado de ser una entidad mística ctónica-celestial a un símbolo mágico de protección y suerte en amuletos, pasando por las imágenes de dios y demonio. Abraxas es descubierto por los estudiosos a través de las críticas cristianas y de los textos mágicos greco-egipcios. Sin embargo, en el ocultismo había restos del gnosticismo que habían mantenido tanto un hechizo con su nombre - el famoso Abracadabra - como representaciones de esta entidad, nunca considerada necesariamente malévola, si bien se entendía como una imagen del dualismo universal, y por lo tanto, tan necesariamente mala como buena.
Abraxas es una figura que ha tenido un amplio desarrollo esotérico, a pesar de que la documentación original sobre ella es realmente escasa y cuenta con grandes inconvenientes: la variedad de interpretaciones internas (como de las sectas de los manuscritos de Nag Hammadi), y la variedad de interpretaciones de los detractores externos (como, en su día, Clemente de Alejandría). Se intentará, por ello, hacer un recorrido más o menos cronológico para visualizar mejor esta evolución iconográfica y espiritual.
Si nos guiamos por sus "orígenes", debemos remontarnos a las sectas gnósticas del cristianismo primitivo y sus ideas sobre una potencia creadora y universal, posteriormente llamada Abraxas. Las sectas más relevantes a este respecto fueron basilidianos, setianos y valentinianos. En estas mismas sectas había diferentes formas de entender a Abraxas, y se pueden rastrear restos de fusiones con otras ideas mistéricas, como el Mitraísmo.
Resumiendo breve y rápidamente el pensamiento gnóstico antes de adentrarnos en las sectas, el Gnosticismo tenía por objeto la búsqueda del Conocimiento supremo, en unión con lo divino, pero desarrollaron una "mitología" por la cual el creador de este mundo había sido una entidad malvada o imperfecta que había encerrado los espíritus en formas materiales, los cuales buscaban regresar al Pleroma, a la Totalidad. Había dos tipos de entidades claves en el gnosticismo: los eones, seres espirituales que residen en el pleroma, y los arcontes, seres creados por el demiurgo para vigilar que la luz y los espíritus no se encontraran. Abraxas, es un sus inicios, habría sido un eón supremo.
Las sectas gnósticas
Basílides fue representante de una secta egipcia caracterizada por un pensamiento que reunía el hermetismo grecoegipcio, el neoplatonismo, el misticismo hebreo y algunos elementos del cristianismo primitivo, todo ello dentro de una mentalidad gnóstica donde primaba el conocimiento. Fue entre los basilidianos donde apareció registrado por primera vez el nombre de Abraxas, si bien su significado se desconoce: se barajan nombres arameos, egipcios o griegos que fueran (mal) latinizados. Sin embargo, otros estudiosos, basándose precisamente en los saberes ocultos, calcularon que tanto con numerología griega como hebrea, el nombre de Abraxas sumaba 365, número que hacía referencia a los días de un ciclo solar, por lo que podría haber sido un nombre creado intencionadamente. Igualmente Abraxas tiene siete letras, lo que no sería casual si se tienen en cuenta el simbolismo del 7 a nivel cósmico: siete planetas, siete arcángeles, siete días de la semana, siete arcontes planetarios gnósticos… Esta fue una de las teorías del propio San Jerónimo, basándose en las letras de la transcripción griega (αβραξας), y que tuvo algunas repercusiones en el ocultismo posterior.
En los estudios más modernos se planteó que Abraxas fuera en realidad un criptograma en hebreo (que no tiene vocales y que se pudiera leer de izquierda a derecha y de derecha a izquierda). RBXS o SXBR, si lo leyéramos en escritura bustrofédica ( esto es, en lectura de arado, donde al llegar al final de una línea se continúa en la siguiente en dirección contraria, haciendo eses), podrían identificarse las palabras ARBA y XAS, que serían una fórmula de protección.
Sea como fuere, entre los basilidianos, Abraxas era presentado como una entidad demiúrgica, es decir, creadora, que gobernaba sobre los ángeles o espíritus de los 365 cielos del recorrido solar, es decir, de un año. Este demiurgo compartía características con otros dioses solares como Mitras o Helios, incluyendo su simbolismo solar con un carro de caballos, o representado con cabeza de gallo, así como la idea de luz como conocimiento. Sin embargo, Abraxas no era un dios en sí mismo, sino el nombre dado al conjunto de todos los eones, es decir, de todas las emanaciones divinas, de ahí su presentación como demiurgo, en tanto que depende de Dios pero es en sí mismo la potencia creadora.
La secta de los Setianos, cuyo nombre proviene de Set, el tercer hijo de Adán y Eva, veían a Abraxas como portador del conocimiento espiritual, como guardián del umbral celestial mediante el que alcanzar el conocimiento, o como el propio conocimiento abstraído. El Libro Sagrado del Gran Espíritu Invisible, conocido como el Evangelio egipcio o Evangelio copto, es una obra gnóstica de este grupo descubierta en Nag Hammadi, y en la cual se dice que Abraxas es un eón que habita junto a Sofía, la sabiduría misma. Es decir, sería la emanación divina que conecta directamente con la fuente de conocimiento.
En cuanto a los Valentinianos, toman el nombre de su líder, Valentín el gnóstico, quien era discípulo del gnóstico Theudas, discípulo a su vez de Pablo de Tarso. Los valentinianos desarrollaron más las jerarquías celestiales y las emanaciones divinas. El llamado Evangelio de Valentín de Nag Hammadi ha aportado algo de luz a una secta de la que solamente existía la crítica de Ireneo de Lyon y de Hipólito. Creían en la dualidad cósmica en sus inicios, claro modelo de Abraxas universal - aunque no dicho con el nombre como tal - pero ésta fue posteriormente deformada. Creían también en que Sofía, la sabiduría, había realizado en su día un descenso al mundo terrenal, llevada por la curiosidad, deformándose, y por ello el camino al conocimiento último resultaba tan vano por algunos caminos.
Resumiendo, en la antigüedad Abraxas es una entidad separada del pleroma - la totalidad -, sin carácter específico, siendo un concepto que abarca todo lo que existe, tanto lo bueno como lo malo, y al mismo tiempo, esencia pura de la creación y la dualidad.
Los papiros mágicos griegos y los amuletos gnósticos
En artículos anteriores hemos visto los hechizos típicos que podemos encontrar en estos papiros, donde se mezclan ideas de la magia egipcia, griega, hebrea, hermetismo y gnosticismo, en un totum revolutum donde cualquier divinidad y poder podía ser solicitado entre palabras mágicas. Entre esas palabras y dioses encontramos, a veces, a Abraxas y palabras derivadas.
Un ejemplo sería el que encontramos en el Papiro del Louvre 2391, donde dice:
<< Copia de un libro que contiene prácticas de comunicación con Helios para conseguir la prognosis y para recordar:
Nada hay superior a esta práctica. Está probada por Manetón, que la recibió como un regalo del dios Osiris, el más grande. Realízala, realízala con buena suerte. La fórmula que se recita ... al sol: «Te saludo, autocrátor, te saludo, primer padre ... y Damnaméneo ... Abraxas ... Iao Sabaot grande.. . un sagrado.. . Moisés.. .» Para recordar, recita la fórmula siguiente cada día: «...Abraxas... Iao Sabaot grande.. . Abraxas.>>
Aquí podemos ver que Abraxas aparece paralelo a Helios, como ya dijimos, así como a Sabaot, epíteto hebreo de Yahveh que significa "el de los ejércitos", aunque presentado aquí como un dios o fuerza mágica independiente.
Otra mención lo encontramos en el papiro Supplementum graecum 574 de la Biblioteca Nacional de París, destinado en esta ocasión a un conjuro amoroso que quite el sueño a la otra persona:
<<Toma un pequeño adobe y, con un estilo de bronce, graba un asno corriendo y sobre su frente: iaóio y en su cuello como una campanilla: eoéoe y en su lomo: lerthemino y sobre su pecho: Sabaot y bajo sus pies: Abraxas. Úntalo con sangre de Tifón y de un lechón y jugo de cebolla…>>
Abraxas y Sabaot aquí son puras potencias mágicas, cuyos nombres tienen el mismo poder que las palabras mágicas.
En el Papiro de Oxirrinco 412.encontramos un himno incompleto del cual desconocemos la finalidad, ya que el texto se corta. Se sabe que es un fragmento de los Kestoí de Julio Africano y que está catalogado como un conjuro (epaoidé). Lo importante para lo que nos atañe a este artículo es que Abraxas es mencionado como un démon cósmico -recordamos que démon en griego es espíritu - y que se habla de su dominio sobre las estrellas, es decir, se tiene constancia del Abraxas gnóstico que gobierna sobre la esfera celestial.
<<Escúchame amistoso y vigilante, Anubis de buena simiente. Y escucha tú, seductora, oculta compañera de cama, salvadora de Osiris Ven aquí, Hermes, ladrón, de hermosos cabellos, Zeus subterráneo. Concededme el éxito y cumplid este conjuro. Aquí, Hades y Tierra, fuego eterno, Helios Titán. Ven también tú, Iáa y Fta y Fre conservador de la ley, y tú Neftó, digno de toda honra, y Ablanató, dueño de mucha riqueza, ceñido con serpientes de fuego, que rasgas la tierra, de alta cabeza, Abraxas, demon famoso por tu nombre cósmico, que gobiernas el eje y el coro de estrellas y la helada luz de las Osas; ven tam- io bién Mente, superior a todos por tu poder; a ti te llamo Briáreo, y a ti, Frasio, y a ti, Ixión, y a vosotros, Nacimiento y Decadencia y Fuego de hermosas llamas; y ven, Subterránea y Urania, y tú, la que protege los sueños, y tú, Sirio, el que...))>>
Sirvan estos pocos ejemplos para mostrar cómo la figura de Abraxas era lo suficientemente conocida, y al mismo tiempo lo suficientemente mística, como para aparecer en textos de finalidad mágica y no solo en meditaciones espirituales.
Abraxas tenía un carácter de divinidad desarrollado, y en particular, con cierta relación con el inframundo, ya que es mencionado con Hermes (en su faceta de psicopompo o guía de almas), con Hades (también llamado Zeus subterráneo), con Osiris y Anubis (dioses de la resurrección y la momificación), y Urania (Hécate, diosa de umbral). También se mencionan entes titánicos, como Briareo, en una forma de vincularlo con las deidades primigenias.
Como toda imagen divina, Abraxas apareció representado en gemas y joyas, con fines protectores y benéficos para su portador. Curiosamente se representó poco en metales y mucho en gemas como la calcedonia, basalto, hematite o cristales, sobre todo en anillos y collares. En esta iconografía vemos su representación más común, con las piernas en forma de serpientes, torso humano, cabeza de gallo, y portando escudo y látigo.
La simbología de estos elementos es remarcar el dualismo que ya vimos en el gnosticismo: las serpientes son lo ctónico y lo femenino, el torso es lo humano, el resto es lo animal; la cabeza de gallo es un símbolo celeste, masculino y solar - canta al amanecer -. Además, nace de un huevo, a similitud del huevo cósmico. El látigo es para defenderse, el escudo para atacar.
Otro aspecto curioso de las gemas es que suelen tener grabadas palabras en griego. También los papiros mágicos están escritos en griego. ¿Qué podemos deducir de esto? Que quienes hacían uso de estos Abraxas eran gente noble o de alta clase social, ya que en la época tardía, el griego no era una lengua de uso popular.
Abraxas, demonio y ocultismo
Abraxas, por su apariencia zoomorfa y su origen gnóstico y pagano, fue rápidamente demonizado por el cristianismo más preponderante. Su mención en textos mágicos y también cabalísticos - pues la cábala y el misticismo judío también tenían su influencia en y desde el gnosticismo, en especial en el desarrollo de las esferas y guardianes celestiales - hicieron que Abraxas quedara fijado como nombre demoníaco, aunque no para todos. Varios ocultistas mantendrán la imagen de Abraxas en su faceta mágico-espiritual.
Heinrich Khunrath, discípulo de Paracelso, fue un estudioso de la cábala y la alquimia del S.XVI que, siguiendo la visión de su maestro, se centró en las ideas místicas y espirituales y en su aplicación en el mundo terrenal. Khunrath dijo sobre Abraxas que:
<< representa y resume las escuelas gnósticas más sabias, y se refiere en el símbolo, al misticismo de Sinesio. Afecta al cristianismo en las expresiones y en los signos; pero es fácil reconocer que su Cristo es el de Abraxas, el pentagrama luminoso, irradiante sobre la cruz astronómica, la encamación en la humanidad del rey-sol, celebrado por el Emperador Juliano, es la manifestación luminosa y viviente de ese Ruach-Elohim que, según Moisës, cubría y trabajaba la superficie de las aguas, en el nacimiento del mundo; es el hombre sol, es el rey de la luz, es el mago supremo, dueño y vencedor de la serpiente, y el que encuentra en la cuádruple leyenda de los evangelistas la clave alegórica de la gran obra>>
Dicho de otra forma, resume lo que hemos visto anteriormente de las fusiones religiosas y lo aplica a la alquimia espiritual.
En 1818, en el Diccionario infernal de Collin de Plancy, el autor indica que el demonio Abracax o Abraxas es un dios pagano representado con pies de serpiente, cabeza de gallo, pies de dragón y un látigo, proveniente de las teogonías orientales, y de las sectas gnósticas; su aspecto demoníaco es de cabeza de rey con pies de serpiente.
Por su parte Éliphas Levi (1810-875) en su obra Dogma y ritual de Alta Magia, menciona a Abraxas en varias ocasiones, destacando la que exponemos a continuación:
<<Se encuentran todos estos signos sobre piedras grabadas por los antiguos hombres, y particularmente, en talismanes de las épocas gnósticas, conocidas bajo el nombre de Abraxas.
Declaremos aquí, sin rodeos, que el gran agente mágico, la doble -corriente de luz, el fuego vivo y astral de la tierra, ha sido figurado por la serpiente con la cabeza de toro, de macho cabrío o de perro en las antiguas teogonías. Es la doble serpiente del caduceo; es la antigua serpiente del Génesis; pero es también la serpiente de cobre de Moisés, entrelazada en la tau, es decir, en el lingam generador; es también el macho cabrío del Sabbat y el Baphomet de los templarios; es el Hylé de los gnósticos; es la doble cola de serpiente que forma las patas del gallo solar de Abraxas; es en fin, el diablo de Eudes de Mirville, y es, realmente, la fuerza ciega que las almas van a vencer para libertarse de las cadenas de la tierra; porque si su voluntad no las destaca de esa fatal imantación, serán absorbidas en la corriente por la fuerza que les ha producido y volverán al fuego central y eterno>>
En lo referente a la cábala, Levi hace una apreciación de la séptima Qlifot. Como pudimos ver brevemente en el artículo de introducción a la Cábala, las sefirot eran las emanaciones divinas - muy en línea con el pensamiento gnóstico que vimos al principio - ; pues bien, su contraparte serían las qlifot, que simbolizarían las cáscaras o envolturas que impiden que las emanaciones divinas lleguen al ser humano. Si cada sefirá tenía un guardián angélico, en las qlifot tendremos regentes demoníacos. Esta dualidad del árbol cabalístico encuentra en la séptima sefirá Netzach, el amor, a su contraparte Nergal, un semidios ofidio orgulloso y violento. Coincide también que el planeta de la primera es Venus y del segundo es Marte. Esta unión de contrarios finaliza con la asociación por parte de Levi de la séptima Qlifot a Marte y a Abraxas, como no podía ser de otra manera, habida cuenta de la dualidad y del remanente símbolo de la serpiente.
En cuanto a Aleister Crowley, tampoco él pudo dejar pasar esta imagen tan importante en el pensamiento esotérico de la antigüedad. Crowley repitió la vinculación entre Mitra y Abraxas, haciendo referencia a la numerología de sus nombre:
<<Los primeros astrónomos calcularon que al Sol le toma 360 días pasar alrededor del Zodíaco. Esto fue un secreto celosamente guardado por los versados; así que lo ocultaron dentro del nombre divino de Mithras, el cual suma, de acuerdo a la regla griega (M=40, I=10, Th=9, R=100, A=1, S=200) un total de 360. Una observación más adecuada demostró que serían algo más exactos 365 días; así que se decidió llamarlo "Abraxas" (A=1, B=2, R=100, A=1, X=60, A=1, S=200). Cuando los otros vieron esto, se corrigieron a sí mismos cambiando la pronunciación de Mithras a Meithras, el cual sumaba (como en Abraxas) 365…>>
El Tarot de Thoth de Crowley incluye también en una de sus cartas la dualidad de Abraxas, expresada a través de la Torre. En la ilustración, cargada de dramatismo y jugando con trazos angulosos, aparecen en lo alto una paloma y una serpiente, como símbolos de lo opuesto para su significado cartomántico: es necesario destruir para construir, es necesario morir para vivir, etc. La serpiente, además, tiene una especie de corona o melena, lo que recuerda intencionadamente a otra representación gnóstica, Chnoubis o Xnoubys, una serpiente con cabeza de león, también llamada Yaldasbaoth. Esta referencia al gnosticismo acaba concluyendo que la serpiente en esta carta es una referencia intencionada a Abraxas.
Aunque hay menciones a Abraxas en filósofos y pensadores como Hesse o Jung, introducirnos en las percepciones concretas de estos perfiles supondría alejarnos del punto esotérico para adentrarnos en la literatura y la psicología. Baste lo indicado sobre el ocultismo moderno como muestra de que los antiguos símbolos de las serpientes ctónicas y el misticismo de la dualidad espiritual-terrenal se han mantenido en el mundo de la magia con un nombre propio.
Pietro V. Carracedo - pietrocarracedo@gmail.com
Bibliografía:
-Kurilo,D. Los Gnósticos y sus Arquetipos. Ed. Sophia Lux, 2023
-Lévi, E. Dogma y ritual de alta Magia. Ed. Humanitas, 2001
-Riberi, P; Caputo, I; Abraxas: la magia del tamburo. Il culto dimenticato del dio cosmico, dallo sciamanesimo alla Gnosi. Ed. Mimesis, 2021
-Snuffin, M.O. The Thoth Companion. The Key to the True Symbolic Meaning of the Thoth Tarot. Llewellyn Publications, 2007
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