El Festival de los Fantasmas Hambrientos en China
La 15ª noche del séptimo mes lunar chino se realiza el Festival de los Fantasmas (Zhong Yuan Jie (中元节)). El séptimo mes del calendario lunar chino, que se corresponde aproximadamente con nuestro mes de agosto-septiembre, es llamado el Mes de los Fantasmas. En estas fechas, se abren las puertas del mundo de los muertos, por lo que los espíritus de los antepasados regresan al mundo de los vivos. incluyendo todos aquellos espíritus que no han obtenido un descanso correcto, ya sea por su propia maldad o por no haber recibido unas honras fúnebres apropiadas, Por eso, en la cultura china es importante que en estas fechas se cuente con las herramientas y rituales apropiados tanto para protegerse como para honrarlos y guiarlos de regreso.
Ofrendas
Los ritos principales que se realizan tienen lugar en el seno del hogar: allí, en pequeños altares con fotos u objetos familiares, se realizan ofrendas de comidas elaboradas y se encienden varillas de incienso o velas. La familia se reúne de rodillas frente a los altares, de mayor a menor edad, y le cuentan a los difuntos qué han hecho a lo largo del año, solicitando su protección y bendición. Los espíritus se sienten atraídos por los aromas y las luces, y acuden al lugar para alimentarse y disfrutar de la compañía momentánea de sus seres queridos, y sabiendo así de sus vidas, poder ayudarlos. Se cree que estas tradiciones provienen de los campesinos, que aún a día de hoy ofrecen arroz a los difuntos en estas fechas, para que vean la calidad de la cosecha y se regocijen o la mejoren.
Como pequeño ritual personal, un platillo lleno de arroz es también un símbolo de petición de abundancia económica, o unos fideos de longevidad, etc.
También es común ponerles platos en la mesa donde coma toda la familia, dejando libres sus sitios. Como puede verse, se trata de una mezcla de tradiciones del taoísmo, el budismo y las costumbres tradicionales, basadas siempre en el respeto y veneración a los antepasados.
El añadido de "hambrientos" tiene una historia cultural detrás. Se cree que en el más allá tienes las mismas necesidades que estando vivo, de ahí que en los antiguos enterramientos de ésta y otras muchas culturas se preparara un ajuar que más allá de un buen vestido o joyas, incluyera alimentos y bebidas. Cuando los límites entre mundos se disipan, los espíritus llegan a este mundo y vagan durante los primeros días, hasta que comienzan los preparativos del festival y entonces los difuntos pueden volver a disfrutar de las comidas que les preparan sus descendientes como ofrendas. Pero, claro, ¿qué ocurre con aquellos muertos que no tienen descendientes ni nadie que les prepare un altar con ofrendas? Estos son espíritus hambrientos, para los cuales se realizan ceremonias concretas, públicas y privadas, rezando por ellos, cantando y bailando para ellos, y ofreciéndoles banquetes abiertos.
Los platos preferidos de los fantasmas son piñas, naranjas y mandarinas, arroz, fideos y bollos tradicionales con forma de tortuga o de pastel de buena suerte - en realidad, son más bien elementos de buena fortuna, y por lo tanto, cumplen con la doble función de ser un ritual mágico también para los vivos. Estos platos después de haber sido puestos en mesas o altares, son quemados en ollas junto a olorosos inciensos y otros objetos, como veremos a continuación.
Otro elemento que se da a las difuntos es el papel funerario (金 紙), también llamado papel ardiente, papel del banco del infierno, o comúnmente, papel joss. Se trata de unos papeles fabricados de bambú o de arroz que se queman con la finalidad de que lleguen al inframundo. El origen de esta tradición parece estar en ilustraciones y simbolismos en los que los papeles actuaban como "caballos mensajeros" entre los humanos y los dioses, quemándose para transmitir plegarias. En la actualidad, aunque también existen papeles brillantes o decorados para honrar a los difuntos, el más común está ilustrado como si fuera dinero, enviando así dinero a los difuntos para que "paguen sus deudas". Se pueden quemar en el hogar o participar en enormes quemas y hogueras que se hacen en las calles durante los festivales. En algunos lugares también se quema ropa, objetos de lujo, teléfonos móviles comprados para la ocasión, e incluso casas, que se cree que así llegarán a los difuntos.
Estos billetes se utilizan también en el festival de Qingming, en primavera - también en relación con los antepasados - , y en los funerales; aún así, está realmente extendido quemar estos billetes falsos como forma de solicitar dinero a los dioses o de atraer la fortuna puntualmente, como pequeños actos de magia popular.
Rezos y honras
Sacerdotes y creyentes taoístas y budistas realizan rituales destinados a calmar o eliminar los pesares y sufrimientos que puedan estar sufriendo los espíritus, ya que no todos tuvieron una muerte apacible ni de ancianos, etc. Además, hay que tener en cuenta que los espíritus que no pueden descansar son los más propensos a realizar actos fantasmales en el mundo de los vivos, por lo que cualquier aplacamiento siempre ayudará a conservar una buena relación entre mundos.
Entre los taoístas se creía que el espíritu de uno de los emperadores de la Dinastía Qing - normalmente, Guan Xu - salía del inframundo y llegan al Palacio, donde impartía justicia perdonando las faltas de los vivos y los muertos. Es por eso que también es tradición que muchos templos y palacios dejen las puertas abiertas, para que todo aquél que lo desee, vivo o muerta, pueda confesar sus malas acciones y empezar de cero.
En la tradición budista, se cuenta en el Sutra Ullambana que un discípulo, Maudgalyayana, ofrece comida a los monjes para que alivien el sufrimiento de su madre en el reino de los fantasmas hambrientos. De ahí el servicio de los monjes budistas en estas fechas.
En las calles se llena todo de música y espectáculos, con cabalgatas y decoraciones de papel maché. Además, se realizan obras de teatro de títeres y papel tradicionales, así como óperas completas, todo al aire libre. El objetivo es que todos los espíritus puedan acercarse y contemplar las fiestas. De hecho, es costumbre dejar siempre unos espacios o asientos libres en los espectáculos, reservados para que se sienten los espíritus.
En las calles se encienden hileras de farolillos para que los fantasmas sigan las luces y sepan salir de la ciudad y regresar al inframundo. En los lugares donde hay ríos y otras corrientes de agua, al caer la noche se sueltan farolillos flotantes, llamados he deng o lian deng (faroles de loto), para que iluminen el camino de regreso a los difuntos, ya que estas luces se moverán con el curso de las aguas. El inframundo de la cultura china tiene mucha relación con las aguas, por su origen subterráneo, y por ser un elemento natural de traspaso entre mundos. En algunas regiones cada familia escribe el nombre de sus difuntos, como marcando su linterna para que su antepasado sepa cuál seguir. Otros no escriben, pensando que su lámpara pueda ser también guía para los espíritus sin familia.
Es igualmente la oportunidad perfecta de escribir mensajes a los difuntos o pedir deseos de bienestar y felicidad.
Tabúes
No faltan, sin embargo, protecciones y tabúes que respetar para que los espíritus no se propasen con los vivos, en estos momentos en los que gozan de tanta libertad. A los espíritus errantes pueden llamarles la atención muchas cosas, por ello toda actividad debe centrarse en los espectáculos y los banquetes, y no desarrollar otras actividades que puedan provocar que "se peguen" a una persona. Por ejemplo, se evita iniciar un negocio, realizar una boda o comprar una casa, etc. Tampoco se recomienda realizar viajes largos, en especial en fechas cercanas al festival. Muchos accidentes caseros se consideran "travesuras" de los fantasmas.
Existe la creencia de que los vivos sueltan una especie de fuego o de llamas a través de la cabeza, la espalda o los hombros. Este fuego aleja a los muertos, pero si alguna persona apoya la mano en el hombro de otra, o le da palmaditas en la espalda, podría ocurrir que ese fuego se apagara, y los espíritus podrían tocar a esa persona. Por lo tanto son gestos a evitar.
Se evita especialmente nadar en piscinas, lagos o ríos, ya que, como dijimos antes, las aguas son un portal entre mundos, y los espíritus se aprovechan para pegarse a los humanos o incluso ahogarlos y sustituirlos.
Se cree que los espíritus habitan dentro de los paraguas por lo que se evita abrirlos dentro de casa. Tampoco se considera seguro detenerse debajo de un árbol o debajo de una parada de autobús, ni meterse en rincones oscuros o sombríos. Tampoco se recomienda caminar pegado a las paredes ni recoger nada del suelo que esté sospechosamente abandonado, lo cual es frecuente con dinero u objetos de valor.
Por la noche los espíritus están más activos así que hay que tomar el doble de precauciones: por las noches no se debe silbar ni cantar ya que llamarás la atención de los fantasmas. En estos momentos es preferible ir siempre acompañado e incluso dormir en pareja o grupos, porque si no, los espíritus querrán meterse en la cama al ver hueco.
Además de dormir acompañado las zapatillas de andar por casa o pantuflas nunca deben dejarse apuntando hacia la cama porque un espíritu podría considerar que estás invitando a que suba también a dormir.
Igualmente la ropa solo se debe tender y destender en el exterior a plena luz del día, porque al estar en el exterior, los espíritus pueden probarse dicha ropa por las noches, y por lo tanto estaríamos dándoles nuestra ropa o metiéndolos en nuestra casa cuando esté seca.
Otro tabú está relacionado con el nombre propio. No debe llevarse escrito ni visible en la ropa o en las tarjetas del trabajo, ya que los espíritus podrían usarlo para su beneficio. Del mismo modo, intentarán engañarte llamándote por tu nombre en medio de la noche o en lugares solitarios, para arrastrarte con ellos y/o sustituirte. Obviamente, si esto ocurre, la persona debe ignorar las voces.
En otros países
Existen comunidades chinas alrededor de todo el mundo, que adaptan sus celebraciones de la forma que les es posible. Sin embargo, sí puede observarse que en otras zonas de Asia en estas fechas hay festivales o costumbres muy parecidas, en relación con la visita de las tumbas, ceremonias vistosas o protecciones. Véase el Obon japones o Phor Thor en Malasia.
Lo que en el mundo occidental se ha volcado en Halloween y el día de difuntos, en octubre-noviembre, antiguamente también tenía lugar puntualmente en estas fechas de verano en territorio europeo, sin embargo, debido a la influencia del cristianismo, han desembocado en unos días de fiesta seguidos de unos días de respeto. En cambio, en Asia todos los días combinan ambos eventos, haciendo que el Festival de los Fantasmas Hambrientos sea no sólo un evento cultural, sino una forma de reforzar el sentimiento comunitario y tradicional que en el caso de Halloween, con excepción del neopaganismo, ha perdido su faceta religiosa y mágica real, en pos de la diversión.
Pietro V. Carracedo Ahumada - pietrocarracedo@gmail.com
Bibliografía:
-Lopez, D.S. (ed.). Religions of China in practice. Princeton University Press, NJ, 1996
-McNicholl, A. Of Ancestors and Ghosts. How Preta Narratives Constructed Buddhist Cosmology and Shaped Buddhist Ethics. Oxford University Press 2024
-Stepanchuk, C. ;Wong, C. C.; Mooncakes and Hungry Ghosts. Festivals of China. Ed. China books and periodicals, 1991
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