Feng Shui (I). Guardianes celestiales y mapa Pa Kua.

20.11.2023

No suele hablarse del Feng Shui como geomancia oriental, ya que este vocablo está más extendido en el mundo occidental y el mundo de la adivinación. También es cierto que el Feng Shui no es un sistema adivinatorio, aunque tenga que ver con sus inicios y con el I Ching, sino una filosofía práctica que se relaciona con el fluir de la energía, los elementos y los puntos cardinales: por eso continúa llamándose geomancia. Sin embargo, el Feng Shui no deja de ser un producto de la filosofía esotérica.

Feng Shui (风水) significa literalmente viento y agua, en la idea de fluir. Lo que debe fluir el es Qi, la energía universal. La energía se mueve de manera diferente según el entorno, empujada u obligada por las formas y objetos que la rodean, así como por las energías que estas formas o direcciones promueven. Para conseguir que la energía fluya y por lo tanto fluyan la armonía, el orden, las relaciones, la salud, la riqueza, el trabajo, el amor, etc., deben existir una serie de elementos externos que ayuden a ello. Por ello, además de los puntos cardinales y los elementos (wu xing), también será necesario conocer la naturaleza de los espacios y objetos (ying o yang) y el el ba gua o pakua (los ocho trigramas del I Ching), el cual es utilizado como una "brújula", ya que contiene de alguna forma los tres aspectos anteriores condensados.

En sus inicios, el Feng Shui sí tenía algo de adivinación. Mediante la distribución de la naturaleza, los adivinos eran capaces de conocer el destino de ciertos parajes. En ello influían las montañas, los ríos, los movimientos de luz, los astros, el tipo de vegetación, etc., pero además tenían la capacidad de modificar los malos entornos para evitar catástrofes energéticas, a través del conocimiento del fluir del Qi.

Se cree que estos principios surgieron de la búsqueda de lugares idóneos para los enterramientos, durante la Dinastía Chin (265-420). Esto se debe a que en la creencia popular, crear un lugar positivo para los antepasados ayuda a los descendientes. De hecho, el escritor taoísta Guo Pu, en El libro de las Sepulturas, describe el Feng Shui en sí mismo, como viento y agua: el Qi se dispersa y viaja con el viento, terminando su camino en el agua.

Pero también indicaba que dicho agua podía ser el agua del cuerpo humano. Poco después, en la Dinastía Song (960-1279) se hablaba claramente de un Feng Shui más dedicado a la mejora de los lugares que habitan los vivos.

No tardó mucho en convertirse en un conocimiento reservado por y para la corte, los arquitectos tenían en cuenta todo el territorio para conocer la mejor distribución de las habitaciones, la orientación de los palacios, y la entradas y salidas de las murallas, con la finalidad de crear un ambiente idóneo y positivo en todos los aspectos.

Mientras que ya en el Imperio había algunas reticencias y algunos conocimientos habían llegado a la cultura popular, el Feng Shui se mantuvo durante toda esta etapa. Pero con la llegada del S.XX y del nuevo modelo de gobierno de república, al Feng Shui pasó a ser considerado una tradición, o como mucho, una superstición, y acabó siendo prohibido oficialmente. Si bien perdió todo su poder político en China, lo cierto es que en otros territorios como Malasia, Taiwán o Hong Kong, continuaron su uso popular y acabaron extendiendo su conocimiento alca resto del mundo, calando especialmente entre los países occidentales.

La New Age provocó igualmente el surgimiento de diversas escuelas que, atadas en menor o mayor medida a las antiguas tradiciones, ofrecen a menudo sistemas que pueden ser contrarios entre sí, lo cual es el principal motivo de crítica. Actualmente el Feng Shui está catalogado como pseudociencia.

Los puntos cardinales y los guardianes celestiales.

Los puntos cardinales son la base de la mayoría de escuelas de Feng Shui, y tienen asociados cinco animales simbólicos para entender las reacciones del Qi en dichos puntos.

En el centro se encuentra la Serpiente Amarilla. Es el núcleo y el centro del hogar. La serpiente es un animal silencioso pero siempre atento, siempre receptivo. Su elemento es la Tierra, representa la estabilidad y al mismo tiempo la intuición y la capacidad de actuar ante los imprevistos. La serpiente también se relaciona con el análisis del entorno. Simboliza la casa misma.

Los otros cuatro animales se relacionaban principalmente con el paisaje, con el entorno alrededor de la casa. Sin embargo, en la actualidad también hay asociaciones relativas a los interiores, dado que la arquitectura actual y las ciudades aíslan del paisaje, cuando no lo modifican directamente.

El Norte está simbolizado por la Tortuga negra. La tortuga es lenta pero firme. Su caparazón es sólido y su dibujo es armónico. Simboliza la protección y la estabilidad, como claves de lo que debe ser un hogar. Su elemento es el agua, que puede fluir de manera tranquila o de manera violenta; sin embargo, la tortuga cuenta con su caparazón para aguantar los momentos difíciles. En el norte de los hogares se busca la "forma" de la tortuga, una forma armónica y seguridad a las espaldas, que puede ser desde una colina a simplemente un lugar cómodo en el salón. Se asocia la tortuga a la "parte trasera" de las casas.

El Este está simbolizado por el Dragón verde. Los dragones están asociados a la naturaleza y los ríos, en definitiva, a la fertilidad. También a la sabiduría y la reflexión, por lo que simboliza los lugares tranquilos y de trabajo, estudio, o simplemente de descanso. Al contrario que en Occidente, en Oriente la izquierda es el lado racional. El elemento madera se vincula a las múltiples herramientas y usos que pueden hacerse de la misma, pero también a los árboles, los cuales son idóneos situados en esta diré. A semejanza de los árboles, son válidos también los porches o terrazas cubiertas, así como fuentes. Igualmente se acepta la existencia de una colina y otra estructura agradable que proporcione sombra o protección frente a la lluvia.

En el Sur está el Fénix rojo. Puesto que es un ave, necesita amplitud, y por ello se relaciona con la entrada de las casas y las fachadas de los edificios, que deben tener un espacio amplio para permitir la entrada de Qi. Igualmente se debe evitar que esta zona del hogar y las zonas orientadas al sur tengan elementos que obstaculicen, como puede ser una escultura o banco enfrente de la puerta, o tener mesas o muebles útiles que den de cara a una pared o "se coman" parte de una puerta. No obstante, es bueno que haya otros elementos alrededor que puedan canalizar el Qi y guiarlo. Su elemento es el fuego, por lo que sus características lo hacen bueno en zonas amplias del hogar y destinadas al "calor", es decir, a las relaciones cálidas (el salón comedor, sala del té, sala de reuniones, dormitorios...)

En el Oeste se encuentra el Tigre blanco, que es una oposición al Dragón verde. El tigre blanco simboliza el pensamiento irracional, las emociones y pensamientos descontrolados, pero eso no tiene por qué ser malo, ya que detenerse demasiado en la reflexión y no actuar también es negativo, por eso el dragón y el tigre se equilibran. Si se habla de figuras, colores o del paisaje, se intenta que el tigre siempre esté un poquito más bajo que el dragón. Su elemento es el metal, que evoca tanto la violencia como la resistencia. Sin embargo, el tigre es un animal que no desperdicia su energía, sino que se da grandes espacios de tiempo para reposar y controlar su caza. Los espacios del oeste deben ser entonces espacios de acción pero también de descanso. Pueden ser zonas de juegos, de lectura, etc.

Los elementos de los puntos cardinales y el Ba gua.

El Ba Gua (八卦) u Ocho trigramas, es la base de la asociación de los puntos cardinales con un elemento concreto dentro del Feng Shui.

Su origen mitológico habla del gobernante Fu Hsi, quien viendo los dibujos del caparazón de una tortuga que salió de las aguas del Río Amarillo (黄 河, Huáng Hé), un río de notable importancia en la cultura china (también se le llama Río madre). Se cuenta que a partir de un diagrama en el que Fu Hsi conectó el caparazón, el río y las constelaciones, se desarrollaron posteriormente los trigramas, formados por grupos de tres líneas completas o divididas por la mitad (-- y -). Se crearon ocho trigramas por ser todas las combinaciones posibles.

Fuera de su parte más filosófica y adivinatoria (a través del I Ching), lo importante en relación con el Feng Shui es que representa u organiza los 8 puntos generales: norte, noreste, este, sureste, sur, suroeste, oeste y noroeste. Esta "brújula" sirve después para los mapas de las casas.

No hay una única organización ni división, hay diversas escuelas y tradiciones que han conservado o manipulado lo que entienden que es real o mejor para su filosofía. Hay dos corrientes principales. En los inicios, existía un Pa Kua del Cielo primitivo, con unas asociaciones inspiradas en las de Fu Hsi. Posteriormente, este Pa Kua se modificó en lo que se conoce como Cielo tardío. Ambos se utilizan a día de hoy, ganando por ello muchas críticas, sobre todo de quienes lo consideran superstición sin fundamentos.

Lo básico que puede observarse es que el cielo primitivo tiene unas asociaciones más dedicadas a la familia y la naturaleza, mientras que el cielo tardío está asociado a elementos, lugares y relaciones vitales. Por eso no puede dudarse de las influencias del Cielo tardío en el Feng Shui actual donde estos elementos consideran mucho más relevantes.

La versión del Cielo primitivo difiere bastante de la del Cielo posterior. Por ello exponemos aquí ambas versiones:

> Cielo primitivo:

Chien (☰) simboliza el Cielo y la figura paterna. Su punto cardinal es el Sur.

Kun (☷) es la Tierra y la madre, y su dirección es el norte.

Chen (☳), simboliza un trueno y al primogénito varón. Su dirección es el nordeste

Kan (☵). Representa el agua y a los hijos intermedios. Su punto cardinal es el oeste.

Ken (☶) representa una montaña y al hijo menor. Su dirección es el noroeste.

Sun (☴) símbolo del viento y de la hija mayor. Su dirección es el sudoeste.

Li (☲), es el fuego y las hojas intermedias. Su punto cardinal es el este.

Tui (☱), Dos trazos continuos superpuestos, con un trazo quebrado encima, representa el lago y a la hija menor. Reina en el sudeste.

> Cielo tardío:

Kan (☵) es el norte y su elemento es el agua. Se relaciona con la profesión y la vocación.

Ken (☶) es el noroeste, y su elemento es la Tierra. Se identifica con el conocimiento y el aprendizaje.

Chen (☳) se corresponde con el este, y su elemento es la Madera. Se relaciona con la Familia y las amistades.

Sun (☴) es el sudeste, y su elemento es también la Madera. Se identifica con la prosperidad en todo los aspectos.

Li (☲) es el sur, y su elemento es la madera. Se relaciona con la fama, en el sentido de lo que la gente habla de uno.

Kun (☷) sería el suroeste y su elemento es la Tierra. Se identifica con las relaciones con los demás.

Tui (☱) es el Este y su elemento es el Metal. Se relaciona con la imaginación y la creatividad.

Chien (☰) es el nordeste y su elemento es el Metal. Se identifica con las personas benefactoras que encontramos a lo largo de la vida.

Aunque hay quienes añaden a los trigramas los significados de los hexagramas del Libro de las mutaciones (I Ching), para este artículo consideramos que es mejor tratarlos dentro del I Ching adivinatorio.

Por ahora nos centraremos en el Ba gua como mapa de la casa, que es la aplicación principal que se hace en la actualidad. Con los ocho trigramas como base, se encuentra qué habitaciones y muros dan a una u otra dirección. Es un hecho que las casas actuales son en su mayoría irregulares y con espacios que no se pueden modificar tan fácilmente. Por ello hay dos maneras de observar y dividir el espacio.

La primera es poner el Ba gua sobre el plano de la casa, con la misma orientación, y ver qué habitaciones hay o tocan en cada una de las 8 zonas.

La segunda opción es más libre pero más difícil, ya que orienta el plano de la casa como si fuera el bagua mismo, buscando un centro y limitando cada una de las direcciones a una sala en concreto (por ejemplo, la entrada al noroeste, la cocina al oeste, el baño al sudoeste, una habitación al sue, el salón al norte, y la habitación de matrimonio al este.

Cuando hay un plano irregular, las zonas del exterior, es decir, las que no son habitables o se escapan de los muros, no suelen ser tenidas en cuenta, y en realidad eso choca contundentemente con los inicios de la geomancia Feng Shui. Por ello hay mucho debate entre escuelas acerca del Feng Shui y su aplicación efectiva con exteriores que actualmente no son modificables (como bloques de edificios, carreteras, cubos de basura, etc)

En cualquiera de los casos las habitaciones que coinciden con determinadas zonas de pacuas e intentan adecuar a lo que esta zona incita o promueve de manera positiva. Siguiendo el mapa Ba gua del Cielo tardío, las zonas que cubra Kun (☷), que promueve buenas relaciones familiares y sociales, así que el suroeste sería la zona ideal donde situar el salón comedor. O las zonas que cubra Tui (☱) serían buenas para la imaginación y la creatividad, así que las habitaciones al Este serían las ideales para los niños o para el taller de un artista.

Las ideas expuestas son las básicas acerca de la orientación de una casa y la distribución de espacios. Pero el Feng Shui tiene muchos más elementos a tener en cuenta: colores, tamaño de los objetos y muebles, así como posición de los mismos, materiales, pesos... o su valor como amuletos, o por el contrario, como cosas que deben eliminarse...

Todos estos objetos deseados o indeseados tienen sus trasfondos culturales y sus mitos. Muchos de ellos tienen su base en ser considerados ying o yang, lo cual se analizará en la segunda parte de este artículo.

Pietro V. Carracedo Ahumada - pietrocarracedo@gmail.com

BIbliografía: 

-Batalha, S. Symbolic Home: Exploring ancient feng shui roots for contemporary practice. Amazon Services - KDP Print US. 2020

-Birdsall, G. Manual de feng shui. Guía práctica del antiguo arte de la ubicación. Inner traditions, 2000.

-Bruun, O. Fengshui in China. Geomantic Divination Between State Orthodoxy and Popular Religion. NIAS Press, 2003.

-Povo, M. Feng Shui. Editorial RBA 2006.


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