Hirz, un amuleto musulmán

13.01.2024

El Hirz o Herz es un encantamiento escrito, pero es más conocido como un amuleto cuyos orígenes se encuentran en el uso mágico de los versículos del Corán, a efectos protectores y benefactores. Por ello también se les llama "cajitas de oración". Comúnmente se conoce como hirz el recipiente alargado que contiene dicho texto, pero es realmente el interior lo que guarda un verdadero valor. De hecho, la palabra hirz implica una búsqueda de protección., ya que significa "fortificación". Se trata de una palabra, por otra parte, que no aparece en el Corán, pero que ha sido utilizada en otras narraciones y oraciones, por diversas comunidades y sectas islámicas. Incluso los Imam a menudo tienen un hirz particular, y hay quienes plantean que el Profeta Mahoma hiciera uso de ellos, ya que son mencionados en los textos de Anas ibn Malik, uno de sus compañeros. El Wahabbismo y el Salafismo prohíben su uso, mientras que el resto del mundo islámico considera que los propios textos y narraciones tradicionales apoyan el uso de hirz.

La preparación y empleo del hirz constituyen en sí mismos un acto litúrgico. Un hirz correcto precisa de tres partes: la primera, una leyenda o historia ejemplar, en la cual se lleve a cabo un buen acto. En segundo lugar, un encantamiento o daua, recitado o escrito. En tercer lugar, un djeduel o khatem, esto es, una tabla donde se materialice por escrito la magia de la leyenda y de la daua.

En el mundo islámico, los amuletos y talismanes también se vieron influidos por los símbolos comunes de lunas, pentagramas, estrellas, etc, dentro de la magia semita, así como otras formas geométricas. Sin embargo, su caligrafía provocó un gran uso de la letra, y de ahí que se dé mayor valor a la magia escrita. Un ejemplo de esto podemos verlo en que en muchos manuscritos y recipientes se incluía una breve bendición protectora.

Puesto que el hirz consiste en un hechizo de protección que llevar encima, se sabe que antiguamente los hirz podían escribirse sobre la propia piel o la ropa, existiendo "camisas mágicas". En el mundo amazigh (comúnmente llamado bereber), muchos hirz se escriben sobre placas de plomo o cobre, hierro blanco o plata, y se llevan puestos como una enorme joyería engastada. Sin duda el recipiente portador de los textos fue una simplificación muy discreta. Sin embargo, a día de hoy incluso, continúa el uso popular de tatuajes temporales, por ejemplo de henna, con oraciones talismánicas, normalmente con los nombres de los arcángeles o frases litúrgicas consideradas de poder, como la Bismillah.

Todo hirz o herz realizado a mano tendrá mucho más valor que uno impreso con sellos, o incluso impreso con tecnología moderna: sobra decir que en la magia, el acto mágico llevado a cabo por un experto, como aquí sería el taleb, siempre tiene más encanto (nunca mejor dicho), que uno genérico. No obstante, los hirz impresos son los más fáciles de encontrar, sobre todo en zonas turísticas. Igualmente, los hay escritos con azafrán, mojados en agua de rosas, etc, pero el tradicional está simplemente escrito con tinta negra.

Según la longitud, el talismán puede componerse de varios trozos de tela o papel, o incluso ser una pequeña libreta. En otras ocasiones, se escribe sobre cuero o sobre laminillas de cobre o plomo, aunque esto lo sabemos por testimonios de la antigüedad, ya que en la actualidad no son lo habitual por su complejidad.

Este talismán es más común en el norte de África, y se emplea sobre todo para la protección de los niños, que lo llevan al cuello, o de los animales. También lo pueden portar adultos con los mismos fines, normalmente en el mencionado tubo de plata, o de hierro o cobre, por ser estos metales, tradicionalmente, grandes conservadores de la potencia y virtudes de los hechizos, no sólo en el mundo musulmán, también en el antiguo mundo grecorromano y medieval. O bien pueden llevarse los papeles doblados en un saquito de cuero o terciopelo. El cordón con el que se cuelgue o se cierre la bolsita debe ser amarillo o rojo, según la creencia tradicional.

Un ejemplo de Hirz como encantamiento, es decir, como dauda, podría ser el Hirz del Imam Jawad, que, escrito sobre piel de ciervo, dice lo siguiente:

<< ¡Oh luz, oh prueba, oh evidente, oh iluminador! Protégeme de los males y calamidades de la época. Busco de ti la salvación en el Día del Juicio >>

En realidad, con cualquier texto asimilable puede desarrollarse un buen hirz. Por ejemplo, para fines de trabajo o estudios, puede escribirse una oración del tipo:

<<La gloria pertenece a Dios, oh Dios, bendice a Muhammad y a la familia de Muhammad, y quien teme a Dios, Él le abrirá una salida y le proveerá de donde no espera, y quien confíe en Dios, Él es suficiente para él>>

O si se tiene una necesidad, puede escribirse: << Oh Fattah, oh Sustentador, oh Generoso.>>

El hirz de Sharaf Als-Shams, en ágata amarilla, recoge las letras NMRJA, como sustitución de cinco de los nombres de Dios: Nur, Mu'min, Rahman, Jameel y Allah. De la ágata amarilla en los lapidarios árabes se indica su capacidad protectora. De este hirz se dice que debe recitarse en día decimonoveno de embarazo, porque en el calendario persa-iraní, el día 19 del primer mes (Farvardin), el sol tiene una posición especial en el cielo (se trata de una fecha que en el calendario occidental varía entre el 8 y el 9 de abril). Incluso la perfecta fabricación de este hirz debería ser en este día, astrológicamente hablando.

Los hirz o herz se basan en la magia analógica, se considera que portar una leyenda con un final concreto provocará que en una situación semejante el desenlace sea el mismo que el de la leyenda. Esto produce distintas posibilidades de hirz, algunos como amuletos de protección, y otros, de un uso más profano, destinados a otros fines menos nobles. Veamos un par de ejemplos.

El llamado Hirz Sebauhud, o Encantamiento de los siete pactos, narra una leyenda en la que el rey Salomón se topa con una anciana, que no es otra que una djinn malévola, Umm es Cibjan, encargada de provocar abortos, esterilidad y matar a los niños pequeños. Salomón entonces, que tiene poder sobre los demonios, la sujeta y le impide escaparse hasta que prometa y pacte que dejará de hacer dichas cosas. Este hirz podría servir tanto de protección para las mujeres como para los niños, o incluso de forma general contra toparse con un djinn, por gracia de Salomón.

El Herz Mordiana tiene una leyenda con una finalidad más "mágica", al menos tal y como nosotros estamos acostumbrados a entenderla. Lleva el nombre de una concubina que pese a no ser hermosa, fue amada y protegida por un rey que quiso verla incluso después de muerta. Sin embargo, cuando pidió a la lavadora de muertos que le enseñase el cadáver, se sorprendió del aspecto feísimo que tenía la concubina. La lavadora de muertos le había quitado el amuleto herz al limpiarla, y ahora que lo llevaba ella, el rey fijó su atención en la misma, pese a ser anciana, pues le parecía la más hermosa, e incluso se casó con ella. Esta leyenda puede tener tal vez un objetivo de belleza o de agrado, desde una pareja a un encuentro profesional.

Sabemos que existe el uso de herz "comestibles", escritos sobre tortas de pan o escritos sobre papel con un material comestible, como el azafrán o la canela, que puedan "lavarse" echando agua encima, y bebiéndola después. Estos encantamientos, sin embargo, no parecen requerir de la daua ni el djeduel, o en su caso, deben ser recitados.

Como todos los encantamientos, los hirz también pueden tener una influencia astrológica. Aunque antiguamente se utilizaban para encontrar tesoros, o incitar a los enemigos a apostar para hacerse con su dinero, actualmente los que más se conservan son aquellos destinados a obtener riquezas, amor, buenas relaciones, salud, etc. Para ello, tanto los amuletos en piedras preciosas o metales como los hirz se preparan bajo unas condiciones astrológicas concretas, y pensando en su uso también con unas posiciones celestes específicas: por ejemplo, los talismanes realizados bajo Virgo (en el tiempo de Virgo, o cuando la Luna y el Sol pasen por alguna de sus estrellas), promueven la prosperidad en todos los aspectos (dinero, salud, amor…), así que si se realiza un hirz en estas fechas con esos propósitos, será más efectivo, pero si se utiliza en las fechas de Virgo, entonces su eficacia será doble. Piscis es protector, Capricornio influye en la salud, Leo en los viajes… No obstante, hay signos con una faceta positiva y negativa muy marcada, como Géminis (mitad del tiempo negativa, mitad del tiempo positiva) o Escorpio (la cabeza y las pinzas son positivas, la cola y el aguijón con negativas).

A este respecto, junto a los hirz están las tablas djedud o djeduel, o khatem, en las cuales se escriben los encantamientos. Existe una división respecto de la efectividad mágica de estas tablas de madera o papel, ya que, por una parte, suelen ser más grandes y llamativos, motivo por el cual muchos no se pueden llevar encima, y suelen utilizarse como decoración. No obstante, puede hacerse también en tela y papel y ser doblados para portarlos con uno mismo. Por otra parte, hay gente a favor y en contra del encantamiento escrito, pues los hay quienes piensan que la efectividad está en la palabra hablada, mediante la repetición, y otros que consideran que el texto escrito permite la conservación de las virtudes y esencias mágicas por un espacio de tiempo mayor, por la fijación del hechizo.

La clave de estas "tablas mágicas" es la complejidad de la escritura. Pueden dividirse en varias partes geométricas, o puede escribirse en espiral o en bustrofedón (escritura continua, sin cambiar de línea, como si fuera un arado en zigzag). Asimismo suelen incluirse los distintos nombres de Dios y de los arcángeles, versículos del Corán y cifras mágicas, ya sea por tradición o extraídas por numerología. Igualmente, si se trata de un hechizo con un fin muy personal, puede solicitarse la inclusión del nombre propio o de la persona implicada. Los djeduel pueden utilizarse como un encantamiento o hirz en sí mismos. Existen djeduel contra los demonios o para la riqueza, y su codificación da un aporte extra de magia y de protección, incluso si el djeduel está a la vista.

Si se desea ocultar a la vista el deseo del djduel, se opta por la geometrización de la distribución de las palabras, es decir, el reparto entre formas geométricas de todas las palabras que formen parte del hirz, para que resulte complejo averiguar el orden correcto de las mismas. Igualmente, puede optarse por una encriptación completa: lo misterioso no afecta a la magia, al contrario, la potencia.

Pietro V. Carracedo Ahumada – pietrocarracedo@gmail.com

Bibliografía:

-Bersez, J. Magia árabe. Ed. Robinbook, serie Hermética. Barcelona. 2004.

-Shah, I. Magia oriental. Ediciones la Llave. Barcelona, 2019.

-Savage-Smith, E. Magic and divination in Early Islam. Routledge, 2021


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