En los últimos años han ocurrido por el mundo una serie de sucesos deleznables relacionados con la brujería, realización de hechizos, amarres y otros rituales, etc. que conllevan a su vez una serie de actos criminales y delictivos de naturaleza atroz. Sin embargo cada medio lo ha relatado de un modo diferente y a continuación podremos examinar cada caso.
En primer lugar el titular “Secta de "brujería" acusada de abusar sexualmente de niños y obligarlos a comer comida para mascotas” nos relata de un acontecimiento escabroso en Escocia entre 2010 y 2020 donde una secta obligaba a niños a asistir a sesiones de espiritismo y rituales de magia y en donde sufrían abuso sexual además de maltrato generalizado. En este caso se subrayan en negrita los actos rituales supuestos y también los abusos ya fueran maltrato o de carácter sexual, pero aunque el titular le da importancia a los abusos, el subtítulo se centra más en las actividades relacionadas con los rituales como por ejemplo en el que algunos niños fueron perseguidos con máscaras u obligados a introducirse en microondas, armarios o a comportarse como perros. Este caso todavía cursa su juicio en Glasgow donde los numerosos acusados niegan su culpabilidad. Cabe destacar que lo más grave no es tanto los rituales sino el maltrato generalizado a los niños pero da la sensación que en un intento de relatar todo con pelos y señales enfocan más la atención en los actos de “magia” que en la gravedad del abuso continuado.
Por otra parte tenemos el titular de un suceso ocurrido en Canarias. “Cabeza de lobo, diente de gorila, colmillo de tigre... detenidos por vender animales para santería”. Ya en su subtítulo se menciona a las tres personas que usan especies animales para rituales y pócimas, no destaca el hecho de que se realice tráfico o esos rituales impliquen un sacrificio mortal. La venta y su fin es lo que copa la noticia y es que más allá de para qué sean los rituales, al final, los animales son arrancados de su hábitat (animales de todos los continentes, llegando incluso a traer hasta caballitos de mar) cuya introducción en España es ilegal y sin ningún control sanitario. Es sorprendente que se enfoque más en la finalidad del contrabando que en el tráfico en sí, y lo que soportan estos animales al llegar maltratados en maletas para luego ser asesinados.
En tercer lugar tenemos un artículo que proviene de Seychelles que nos informa con bastante precisión sobre un caso de brujería donde dos cuerpos han sido desenterrados de un cementerio además de que los seis acusados portaban objetos de sospecha de brujería lo cual también se considera delito según su código penal. El artículo es muy concreto y se ciñe a informar debidamente y con detalle, se explica además cómo los actos rituales a realizar implicaban un objetivo político al utilizar las fotos del presidente Wavel Ramkalawan, líder de Seychelles Unidas, el Doctor Patrick Herminie y otras dos personas desconocidas. Herminie ha acabado siendo imputado por brujería. El vandalismo realizado también ha llegado a iglesias según la policía y tenemos aquí un enfoque más informativo en el artículo, debido quizá al contexto cultural —en África se tiene muchísimo más presente la brujería y es muy habitual su realización desde siempre—al contrario que la visión occidental, es más notorio el caso por intento de vandalismo y ataque a figuras de importancia que por la brujería en sí.
A pesar de que la Unión Africana a principios de este 2023 ha instaurado nuevas normas para castigar la violencia en actos de supuesta brujería así como la violencia incluso hacia los practicantes —conservan el derecho a la defensa a pesar de todo—. Dicha normativa no ha obtenido aún resultados a nivel práctico y actual dado que siguen apareciendo casos como estos.
Como se ha mencionado, en el continente africano los rituales de magia son una práctica muy extendida y habitual que se cobra vidas, no sólo animales (por ejemplo, la persecución a personas albinas).
En el mundo occidental se vive una contradicción en la actualidad donde numerosas historias de brujas se cuentan de otro modo para en cierto modo blanquear a muchas de ellas, sus actos, —como la historia de la bruja Circe—, o dar una visión más realista de lo que pudo pasar en algunos casos —brujas que eran sencillas mujeres pobres que sólo deseaban sanar enfermedades, no reivindicar su posición como mujeres—, mientras que todavía existen religiosos cristianos que queman libros como los de la saga Harry Potter o arrestan a personas que practican la religión Wiccana. Una serie de contradicciones llevadas a cabo también por los medios de comunicación, en los casos mencionados, que nos llevan a cierta desinformación y a no alcanzar a comprender la gravedad de la violencia que se ejerce para y en estos rituales, aunque no siempre haya violencia en supuestos actos de brujería. El trato que reciben los abusos religiosos, la caza furtiva o los ataques políticos no es el mismo en los medios y se intenta apartar a un lado lo cultural.
Rachel Black - raquel_carrasco91@hotmail.com
Os dejamos aquí enlaces a las noticias mencionadas, para que podáis contrastar el uso que se hace de la brujería como reclamo, a pesar de la gravedad propia de los actos en sí mismos.
•Noticia de la secta de Glasgow.
•Noticia sobre comercio ilegal en Canarias.
•Noticia de las Seychelles: