Aluxes y Chaneques, duendes mexicas
Aluxes es el nombre dan los habitantes de la Península del Yucatán a los espíritus o duendes que habitan en sus espacios naturales. Los Chaneques son también espíritus mitológicos, populares sobre todo en las regiones de Veracruz, Tabasco y Chiapas.
Aunque hay quienes postulan que son una creencia importada por los europeos - concretamente se ha dicho que por los piratas británicos, por su relación con el folclore féerico - lo cierto es que pueden rastrearse algunos elementos etimológicos y folclóricos propios de los mayas y los aztecas, por lo que, en todo caso, sería el resultado de una adaptación o mixtura, y no simplemente una importación externa. Esto puede comprobarse por los restos arqueológicos, relieves y figurillas, que datan del período precolombino.
El alux, plural alux'ob en maya, y aluxes en español, son descritos como seres de baja estatura, con vestimenta tradicional maya. Viven en los lugares plagados de vegetación, como bosques, selvas, campos de cultivo, así como en cuevas o grutas, o cerca de manantiales. Se cree que este vínculo con las cuevas no es solamente como escondite, sino que tiene relación con las entradas al Inframundo, pues se los consideraba guardianes del Xibalbá. También tiene relación con la leyenda del enano Uxmal.
Este personaje mitológico era descrito como de baja estatura, ojos grandes y penetrantes, piel oscura, dientes de sierra, y a menudo cubierto con una capa de supuesta piel humana. Habría nacido de un huevo y lo habría cuidado una anciana. Los mitos mayas y aztecas se mezclan en la descripción de este ser, a ratos benévolo y a ratos mortal, del cual se dice que finalmente se introdujo en una grieta subterránea antes de desaparecer para siempre.
Se entremezcla con los tlalocsitos, mensajeros de Tláloc, dios de la lluvia, que habitaban en las aguas y se llevaban las almas de ancianos y niños pequeños, siendo ellos mismos de pequeña estatura.
Uxmal tenía poderes sobrenaturales, podía adoptar distintas formas animales y sanar enfermedades. Entre mayas y aztecas se invocaba su presencia para la fertilidad de los cultivos. Era el mensajero entre los dioses y los hombres. El instrumento Tuncul era su atributo, y cuando sonaba, se profetizaba que el reinado del mandatario llegaba a su fin.
Aunque el personaje de Uxmal y la ciudad de mismo nombre son mayas, hay vestigios de la figura del enano Uxmal entre los aztecas, en especial como un personaje sin poderes, pero sumamente inteligente y astuto, que era guardián del jaguar divino. También se narraban con su nombre las historias del dios Xelhua, un dios enano que en su día fue un gigante, castigado por su soberbia. Xelhua, a pesar de su tamaño, terminó la tarea de construir la pirámide que tenía entre manos, demostrando, a modo de fábula, que si bien la soberbia recibe castigo, el empeño y la determinación pueden conseguir lo que se propongan.
En cualquier caso, los aluxes derivaron poco a poco desde los grandes mitos al folclore popular. Se cree que la forma de evitar que los aluxes engañen a uno o se sientan ofendidos, es pidiendo permiso antes de entrar en territorios donde los mismos pudieran habitar, como santuarios naturales. De otro modo, su enojo podría conducir a enfermedad o accidentes.
Se dice que su apariencia es como la de niños o seres aún más pequeños, a menudo simplemente invisibles al ojo humano, salvo que ellos se dejen ver… sin embargo, para los "testigos", a menudo son solamente sombras y risitas entre la maleza, que provocan que la gente se pierda en la maleza, ya sea por travesura o para llevárselos con ellos. No obstante, ellos también pueden ser engañados, atrayéndolos con ofrendas, para que instintivamente mejoren la calidad de la tierra y las plantas de la zona. Se dice que son especialmente buenos para ayudar al crecimiento de la milpa - maíz, frijoles y calabaza.
Siguiendo esta idea, se desarrolla otra por la cual los aluxes pueden ser de gran interés para los campesinos agrícolas y otros trabajadores del campo. Para ello se solicita ayuda de un chamán, que fabrica un alux y su kahtal alux (casita) mezclando barro virgen de cueva, flores y aguamiel. Después de nueve noches, lo presenta a los dioses del sol y la lluvia, sopla sobre él para insuflarle espíritu y se lo entrega al campesino, quien suele situarlo bajo un árbol viejo o un lugar más o menos retirado o escondido, dentro de sus tierras. Según algunos, el alux no sólo ayudará en los campos, sino que también traerá suerte a la familia y protegerá de los ladrones. Se cuenta también que el barro debe estar siempre fresco, un alux seco es un alux muerto.
Dejándole ofrendas y vigilando que su khatal y su figura no se estropeen, el alux puede permanecer hasta 7 años con el campesino. Pasado este tiempo, las tradiciones orales dan distintas versiones: según algunas, hay que encerrar al alux en su casa, tapiando las ventanas, para que no se vaya; según otras, se puede llamar de nuevo a un chamán para que sustituya al alux, dejando libre al anterior, o convenciendo al existente de que se quede más tiempo, si está cómodo. Por supuesto, si el alux no está contento, la figurilla "desaparecerá".
Estas figuras chamánicas han evolucionado también en otros aspectos. Para empezar, muchos tienen una figurilla supuestamente ritualizada de los aluxes en sus casas, como pequeños protectores del hogar. Existen también los rituales negativos: si lo hacemos de la forma más tradicional posible, un chamán mezclaría en una ceremonia oculta barro con cera, restos de animales y nueve gotas de sangre del futuro propietario, creando un alux maligno que serviría para realizar actos dañinos a otras personas.
La continuidad de las creencias en los aluxes puede comprobarse en casos relativamente recientes. Es el caso del puente del Aeropuerto de Cancún, construido en los años 90, bajo el cual se construyó una pequeña pirámide para los aluxes, ya que tras varios intentos de construcción el puente no resistía, y llevados por la superstición y la tradición, decidieron "pedir permiso" a estos seres, para finalmente concluir la obra con éxito.
Otro caso fue el concierto del pianista y cantante Elton John en Chichén Itzá de 2010, donde parte del escenario se desmoronó días antes, causando lesiones graves a los técnicos. Se extendió el rumor de que en otras situaciones, antes de hacer eventos allí siempre se había pedido permiso a los dioses, casualmente no en esa ocasión.
Pasemos ahora a los chaneques, que, como comprobaremos, tienen bastante en común con los aluxes. Los chaneques, cuyo nombre significa "los que habitan en", son semidioses, hijos de Chane, divinidad de las aguas. En la mitología nahua también son guardianes del inframundo y de la naturaleza. A diferencia de los aluxes, parece que la mayoría de los chaneques son considerados más peligrosos que benefactores, y éstos no tienen esculturas propias. Se los describe con aspecto deforme, sin la oreja izquierda y con pies al revés o que pueden girar a su antojo, dejando huellas blancas que confunden a sus perseguidores. Son especialistas en engañar a los viajeros y a los niños, y una forma tradicional de evitar ser secuestrado por ellos es ponerse la ropa del revés, ya que se les engaña con su misma treta y no son capaces de identificar el rumbo ni aspecto de la persona.
Aunque cuidan la naturaleza y el ganado, sus constantes bromas, robos y travesuras provocan que no sean deseados. Otro gran problema es que se cree que mediante sus sustos pueden robar el tonalli de una persona - el tonalli es algo así como el espíritu personal que se une al ser humano el día de su nacimiento. Este tonalli es la clave de la personalidad y la vida de la persona, al no tenerlo la persona enferma y puede llegar a morir. Por suerte existe un ritual destinado a su recuperación, empero, es mejor no tener que enfrentarse a esta situación.
Pero tampoco se puede expulsar, insultar ni maldecir a los chaneques, porque son muy vengativos. La mejor forma es, de nuevo, gastarles una jugarreta y engañarlos, por ejemplo, llamándolos primero y "echándoles agua fría" después, o poniendo espejos en la zona donde se cree que habitan, para que se asusten de su propio reflejo. Otras tradiciones se mezclan con las protecciones generales contra brujas, nahuales y otros malos espíritus, como bautizar al niño cuanto antes, enrollar los pañales y dejarlos en un extremo de la habitación para que piensen "que el niño está ahí", poner unas tijeras en cruz bajo la cama o tirar semillas de mostaza, ya que es bien sabido que los espíritus tienen afición por contar, y se entretendrían hasta la llegada de alguien o la salida del sol.
También se utilizan amuletos de ojo de venado (una semilla de una planta leguminosa con aspecto parecido a un ojo de ciervo) y collares fabricados con nueces y piedras de río. En algunas casas, las puertas se decoran con cruces de hojas de palma o incluso con señales de atención y carteles agresivos.
Una buena convivencia con los chaneques, o dicho de otro modo, convertirse en sus "madres", implica muchas atenciones, incluso llevarlos de paseo o viaje con uno mismo, pero igualmente se piensa que trae beneficios como suerte o riqueza. El único problema es que serán los chaneques los que decidan quedarse o no con una persona de su agrado, y no al revés. Lo mismo ocurre también con lugares o pertenencias a los que los chaneques se hayan vinculado estrechamente.
En la región de Los Tuxtlas, en Veracruz, los chaneques se dividen en buenos y malos, dependiendo de su color o el color de sus huellas. Los chaneques blancos pueden convivir con seres humanos, de hecho, prefieren zonas habitadas; sin embargo, los chaneques negros habitan en las selvas y lugares inhóspitos. Se acusa a estos chaneques negros son los responsables de las desapariciones misteriosas en medio de la naturaleza…
Pietro V. Carracedo Ahumada - pietrocarracedo@gmail.com
Bibliografía:
- Montemayor, C.; Frischmann, D. (ed.) Words of the True Peoples/Palabras de Los Seres Verdaderos: Anthology of Contemporary Mexican Indigenous-Language Writers/Antología de Escritores Actuales en Lenguas Indígenas de México, 2004. Volume One/Tomo Uno: Prose/Prosa. University of Texas
-Tapia, J. Mitología Maya, Ed. Plutón, 2020.
-VVAA. Cuerpo y persona. Aportes antropológicos en México, El Salvador y Venezuela. Instituto Nacional de Antropología e Historia, 2020
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