Krampus, la sombra de la Navidad

02.12.2025

La Krampusnacht o Noche del Krampus tiene lugar la noche del 5 al 6 de diciembre, en especial en los territorios de Centroeuropa. El Krampus es un ser mitad cabra, mitad demonio, que visita las casas de los niños que se han portado mal en esta noche, y los azota con ramas o los secuestra para llevarlos al inframundo durante todo un año como escarmiento. Para algunos es claramente una figura creada como contrapunto de San Nicolás o Santa Claus, que visita las casas de los niños buenos el día 6 para dejarles regalos. Pero como bien sabemos, las duras épocas de invierno ya tenían sus propias celebraciones y personajes mucho antes de la llegada del cristianismo…

Krampen, en antiguo germánico, significa "garra", una de las características de Krampus. Los machos cabríos, por su parte, no eran tenidos por seres malignos. Si bien Krampen pudo tener cuernos, por ejemplo el carro del dios del trueno, Thor, es tirado por cabras, por lo que no hay vínculos negativos.

En Europa central, en el paganismo germánico existía además la diosa invernal Brechta o Perchta, "la oculta", que cumplía el papel de benefactora y castigadora. Iba acompañada de los Perchten, otros espíritus con características animales que se dividían a su vez schönperchten (los perchten bonitos), y los schiachopertchen (los perchten feos). Mientras que los perchten bonitos eran estéticamente agradables y se encargaban de bendecir y dar regalos o dinero a loos habitantes de los pueblos durante los doce días previos al solsticio de invierno – y posteriormente, a la fecha de Navidad - , los perchten feos tenían un aspecto horrible, y llevaban consigo ramas y látigos de cola de caballo, con los que espantaban a los malos espíritus. Y también amenazaban a algún ciudadano de malas costumbres…

En Alemania, estas criaturas eran llamadas con el genérico "krampus". Estos espíritus son predominantemente masculinos, posiblemente por su aspecto arcaico de fertilidad activa, y porque los ritos humanos fueran llevados a cabo por varones. No obstante, existe también "Krampa", como ente femenino, pero incluso a día de hoy tiene poca relevancia. Se ha extendido una leyenda en la que el Krampus habría sido un personaje mitológico dentro del paganismo nórico-germánico, hijo de la diosa del infierno Hel; sin embargo, no existe en los registros mitológicos nórdicos, sino que se trata de una asociación posterior con los espíritus invernales, en un intento de darle legitimidad mitológica.

Evidentemente estas creencias se plasmaban en pequeñas procesiones y paseos por las casas de gente disfrazada con máscaras animales, algunos con las máscaras bonitas y otros con las máscaras horribles. Estas máscaras, por cierto, se llaman perchten en las zonas austríacas. Estos perchten además eran conocidos por realizar travesuras en las épocas oscuras, de ahí que las muecas, aunque horribles, siempre muestren una sonrisa pícara y la lengua fuera, riendo con descaro. Asimismo son los responsables de la desaparición de regalos o comida, si bien hay formas de repelerlos o la propia Perchta los reprime.

De manera que tenemos que, previo a la llegada del cristianismo, ya existen espíritus con cuernos en el folclore de la zona. Pero claro, la diosa y los perchten deben desaparecer dentro de la tradición cristiana, que ya va a poner en su lugar como ser benefactor a San Nicolás, y por supuesto va a instaurar en los días previos a la Navdad las historias sobre el nacimiento milagroso de Jesús. Sin embargo, parece que la tradición popular de los enmascarados que purifican las casas no era tan fácil de eliminar… estos personajes rápidamente fueron identificados con el diablo del cristianismo y su aspecto terrorífico contribuyó a ello. De hecho, durante un tiempo convivieron ambas religiones, pues Satanás no era sino el más malvado y mayor de los Schiachperchten. Por supuesto el diablo ya tenía un aspecto caprino desde que se había asociado a otros dioses paganos, como Silvano, Cernunnos, Fauno o Vidadus.

Estas divinidades agrestes también tenían un carácter fértil y purificador, y en sus celebraciones había igualmente máscaras bailes, ruido y azotes con plantas.

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Para que su presencia se entendiera junto a la de San Nicolás, natural de Bari (Italia) y obispo en Turquía, algunas leyendas y cuentos populares decían que la gente vestida de cabra eran en reali

dad ladrones, disfrazados para asustar y no ser reconocidos, y que el diablo menudo se mezclaba entre ellos. San Nicolás habría sido llamado a Alemania para exorcizar y eliminar la presencia demoníaca.

Aún así, sobre todo en las zonas rurales, los seres con pelo, cuernos y enormes garras continúan visitando las casas y azotando a los malos espíritus, da igual que pasen los siglos. Llevan también campanillas y cascabeles (sonido clásico contra malos espíritus), y sienten predilección por las ramas de abedul - recordemos que el abedul es, casualmente, uno de los árboles sagrados de la antigüedad, y que también son símbolo fálico.

Es entonces cuando los cristianos consideran que ese personaje debe presentarse claramente como el enemigo, y comienza a aparecer en las postales navideñas y en otras representaciones, esta vez con cadenas en las pezuñas o las manos, y con un saco donde llevarse a los niños malos. Las primeras representaciones incluyen los cuernos pero no necesariamente rostro de cabra, pareciendo más una caricatura del típico Satanás. Las cadenas de las manos son una forma de vincularlo al infierno, a donde se llevará a los niños malos. Además siempre aparece junto a San Nicolás, reforzando así la idea de bien y mal y de que se trata de una tradición "cristiana". La asociación era mucho más sencilla así, si se pensaban los niños buenos y los niños malos, en el premio y el castigo.

Poco a poco las representaciones se esmeran un poco más y casualmente, se parecen a los perchten de los desfiles populares: mucho más pelo, cuernos y cabeza de cabra y una larga lengua roja. Esta será finalmente la estética que triunfará del llamado Krampus, la sombra de San Nicolás. No obstante, habrá perdido ya el sentido purificador, y aunque continúen los desfiles (krampuslauf), su misión se centrará más en aterrorizar que en alejar a los malos espíritus, al menos desde el punto de vista de las órdenes eclesiásticas. Muchas familias tendrán en sus casas ramas de palma o de abeto, preparadas para que, si el krampus o mejor dicho los krampus (porque en las procesiones son toda una legión) entran a castigar a sus hijos malos, tengan a mano sus herramientas favoritas.

El folclore y la personalidad propia de Centroeuropa acaba convirtiendo los desfiles en auténticas cabalgatas. Paralelamente a las cabalgatas de paz y alegría de San Nicolás, con ángeles, elfos (otro ser mitológico) y luces de colores, en las del día anterior se explotó la imagen dantesca, diabólica del Krampus, creando verdaderos monstruos, carruajes y carrozas infernales, y usar el fuego como iluminación y espectáculo.

Algunos religiosos y grupos cristianos han dado golpes de ciego buscando vetar la presencia de Krampus y sus cabalgatas, por considerarlas inapropiadas para los niños. sin ningún éxito. La única vez que el Krampus ha sido vetado "oficialmente" fue durante la Segunda Guerra Mundial, en el Norte de Italia, por considerarse una tradición demasiado austríaca y alejada del nacionalismo italiano.

Con el tiempo, el Krampus se vuelve un elemento más de la Navidad cristiana, y con ello, a pesar de su supuesta relación con el infierno, recupera también su papel travieso, y para muchos los Krampus de los desfiles ya no dan tanto miedo, y que vayan asustando o golpeando a la gente no es para castigarlos, sino para molestar, bromear y por qué no, para espantar también todo lo malo. Evidentemente no lo ve igual un niño pequeño que un adulto, pero puede comprobarse por la afluencia de gente a estos eventos que el Krampus ya no es un personaje del que simplemente se huya por tratarse del maligno.

Pietro V. Carracedo Ahumada - pietrocarracedo@gmail.com

Bibliografía:

-Belanger, J; The Fright Before Christmas: Surviving Krampus and Other Yuletide Monsters, Witches, and Ghosts (Volume 5). New Page Books,US, 2023

-Ridenour, A. ; Terajatchi, S. The Krampus and the Old, Dark Christmas. Roots and Rebirth of the Folkloric Devil. Feral House, 2016.


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