La magia nórdica (I): Galdr

17.03.2021

En el mundo nórdico se practicaban dos tipos de magia: la honorable magia galdr, y por último, la "menos honorable" magia seiðr. Un tercer tipo sería la magia rúnica, pero puesto que ésta puede ser una herramienta de uso general, los próximos artículos se centrarán en la distinción de las dos principales. Galdr deriva del verbo gala, cantar o salmodiar, encantar; sobre la magia seiðr hay varias teorías: hay quienes dicen que proviene del antiguo alto alemán, seit, que significa atar o ligar, y otros, sin mucho éxito, han querido unirlo a verbos con el significado de hervir. En realidad, parecen tener más distinción social que etimológica, ya que la magia galdr hace referencia a una magia más masculina, más basada en la manifestación de la voluntad, más analítica, consciente y estudiada, que requiere concentración... y, por su parte, la magia seiðr hace referencia a una práctica más femenina, intuitiva, que requiere de la pérdida de voluntad a través del trance, acercándose a las concepciones del chamanismo; su connotación femenina podía convertir en blanco de burlas al practicante de seiðr masculino, sin embargo, la practicante femenina contaba con el respeto de su comunidad. Muchos han querido ver en seiðr, por esta vinculación de género, el significado concreto de hilar o tejer, labores propiamente femeninas. Los prefijos de los sustantivos de la magia nórdica permitirán identificar el tipo de magia del que se está hablando.

-Galdr

Dentro de la magia Galdr, encontramos practicantes hombres, galdrammenn o galdramaðr, pero también mujeres, galdrakona en Islandia, galsterei o galsterweib en Alemania, o gealdor-cræfigan, como las denominaban (y condenaban) las leyes del rey Ælfrēd el Grande. A Odín se le denominaba asimismo "padre de los galdr', galdrs fǫður, y consecuentemente, dentro de este tipo de magia encontraremos muchos hechizos rúnicos, de los que el dios fue descubridor.

El galdralag era el poema mágico, el hechizo cantado en siete versos. La entonación cambiaba entre aguda y grave, hay quienes opinan que, para un hombre, muy probablemente fuera necesario el falsete (cuya raíz gala algunos consideran que podría estar emparentada). El Galdr se caracterizaba por la entonación de estos encantamiento en momentos críticos como partos o batallas. Ejemplo de esto lo tendríamos en el Oddrúnargrátr o Lamento de Oddrún, donde se cuenta como la hija del rey Heithrek, Borgny, no puede dar a luz a los hijos de su amante secreto Vilmund. Llega entonces Oddrún, hermana de Atli (Atila el Huno), quien fue en su día amante de Gunnar (protagonista del Cantar de los Nibelungos), quien la ayuda no porque la merezca, sino porque hizo la promesa de ayudar siempre a quien lo necesitara. Para ello,

<< Þær hykk mæltu / þvígit fleira,/ gekk mild fyr kné/ meyju at sitja; /ríkt gól Oddrún,/rammt gól Oddrún,/ bitra galdra/at Borgnýju. >>

<< Entonces no hablaron más, según creo, y se sentó a las rodillas de la mujer. Con magia, Oddrún, con poder, Oddrún, cantó para Borgny amargos galdr. >>

Pero el galdralaq tenía más funciones. En la Edda poética lo encontramos en el primer capítulo del Svipdagsmál, o Canto de Svipdag. Su primer poema, que recibe el nombre de Grógaldr o Los hechizos de Gróa, el protagonista utiliza galdr para invocar al espíritu de su difunta madre, una völva, para que le revele la forma de desposar a la giganta Menglod, tarea encomendada por su madrastra.

<<Galdra þú mér gal / þá er góðir eru, / bjarg þú, móðir, megi; >>

<<Encantamientos buenos canta para mí, madre, y busca proteger a tu hijo>>

La völva Gróa recita entonces nueve hechizos para orientar y envalentonar a su hijo.

Las völvas eran mujeres con grandes dotes naturales espirituales y de adivinación, muy respetadas, a las que incluso los dioses consultan, siendo una völva, por ejemplo, la narradora de los inicios y el fin del mundo en la Edda Poética, en Völúspa. Aunque su figura ha querido equipararse a los vitkar, los hechiceros-curanderos nórdicos, lo cierto es que están más vinculadas a la magia chamánica seiðr, por lo que volveremos sobre su figura más tarde.

Los Merseburger Zaubersprüche o Encantamientos de Merseburg son dos galdralaq medievales, escritos entre el S.VIII-IX, y encontrados en 1814 por Georg Waitz, quien se percató de su existencia en un manuscrito litúrgico de Fulda (Hesse, Alemania), donde algún monje debió de escribirlos en una hoja en blanco, aunque desconocemos su propósito. Nos encontramos con un tipo de magia frecuente en el mundo nórdico, la magia analógica, donde la narración de una historia o hecho mítico produce el mismo efecto en aquello que se conjura. De esta manera,

<< Eiris sazun idisi / sazun hera duoder. / suma hapt heptidun, / suma heri lezidun, / suma clubodun /umbi cuoniouuidi: / insprinc haptbandun, / inuar uigandun. >>

<<Una vez sentadas las mujeres / sentadas aquí y allá / unas ligaron ataduras /otras frenaron al ejército / otras desenredaron cadenas: / escapa de tus ataduras, huye del enemigo>>

Este hechizo habría tenido la intención de salvar y liberar a algunos soldados prisioneros, invocando a las idisen, las Valquirias, o a las dísir, diosas del destino. Este hechizo no cumple con la métrica de siete versos, se piensa que porque el galdralaq entonado en concreto por las diosas no aparece. El siguiente conjuro es mucho más explícito y contiene el galdralaq correctamente versado:

<<Phol ende uuodan /uuorun zi holza/ du uuart demo balderes uolon / sin uuoz birenkit. / thu biguol en sinthgunt, / sunna era suister; / thu biguol en friia, / uolla era suister; / thu biguol en uuodan, /so he uuola conda:

sose benrenki, /sose bluotrenki, /sose lidirenki: / ben zi bena, / bluot zi bluoda, / lid zi geliden, / sose gelimida sin. >>

<<Phol y Wotan / cabalgaron hacia el bosque / entonces el caballo de Balder / se rompió una pata. / Así que lo conjuraron Sinthgunt / y su hermana Sunna. / Lo conjuraron Freyja / y su hermana Volla; / Lo conjuró también Wotan / como él sabe hacerlo:

Así la rotura de hueso, / así el desgarro de sangre, / así el esguince articular: hueso al hueso, sangre a la sangre, miembro a miembro, para que puedan remendarse. >>

La magia rúnar era más que compatible con la galdr. Como se pudo ver en el artículo Magia rúnica antigua, la simple entonación de las runas, y en especial la vibración que se producía en la repetición de un sonido concreto, recibía el nombre de galdr, es decir, la entonación de las runas es un hechizo en sí mismo, sin necesidad de versificar. Recordemos que cada runa tiene un significado en sí mismo, por lo que su sola mención basta para evocar una idea e intención concretas.

Otra práctica rúnica consistía en grabar o escribir las runas con sangre o tinta roja, preferentemente, y cantar un conjuro galdr. Este tipo de magia podía tener fines maléficos o benéficos, sin que ello afectase, en primera instancia, a la percepción superior de este tipo de magia. Aunque una vez más se consideraba más propia de varones, en la saga de Grettir se cuenta que una anciana maldice varias veces al protagonista, y en una de las ocasiones envía una maldición a Grettir siguiendo todos los pasos mencionados. Coge una raíz de árbol y la lima para tener una superficie plana, allí graba las runas, las rellena con su sangre y canta un galdr. En la saga de Egil, el protagonista es quien graba las runas y las empapa de su sangre en un cuerno para beber, en el que sabe que le han echado veneno. Tras recitar un hechizo, el cuerno se rompe y el veneno se derrama.

La utilización de sangre deriva de la creencia de que ésta contiene energía vital, dotando de esa vida al hechizo, pero, además, si la sangre es de un mago o se encuentra ritualizada, también le confiere el poder especial que esa persona o sangre tiene.

Los signos mágicos realizados con runas tomaban el nombre de galdraletur, cuando eran una consecución de letras, y galdrastafir islandés o bandrúnir anglosajón, cuando se trataba de signos y combinaciones geométricas de las mismas: stafur literalmente significa palo o bastón, y se cree que su denominación en relación a las runas se debe al dibujo de "palitos" que supone la escritura rúnica. Otros, como el runólogo Stephen Flowers consideran que tiene relación asimismo con la forma verbal rísta, que significa tallar. Los símbolos mágicos abstractos en los que no se pueden localizar ni deducir runas, reciben el nombre de galdramyndir. En estos tres casos, el prefijo de su propio nombre evoca el tipo de magia con el que solían ser utilizados. Pero como todos estos son extensos, se tratarán más profundamente en futuros artículos.

Un ejemplo de la mezcla de estas dos prácticas la encontramos en el Skírnismál o Dichos de Skírnir. El dios Frey, desde lo alto del trono de Odín, ha alcanzado a ver a una hermosa giganta, Gerör, y se deprime al pensar que nunca podría conquistarla. La madre de Frey envía a su sirviente Skírnir a cortejar a la mujer en nombre de su hijo. Tras un largo viaje, Skímir le ofrece una serie de regalos a Gerör, y cuando tras muchos intentos la giganta continúa rechazando a su señor, el protagonista le amenaza de este modo:

<< Þurs ríst ek þér/ ok þría stafi, / ergi ok æði ok óþola; / svá ek þat af ríst, / sem ek þat á reist, / ef gerask þarfar þess.>>

<< Una runa thurs tallo para ti / y son tres bastones; / promiscuidad y frenesí/ y tormento, pero esto que tallo/ todavía puedo desescribirlo/ si tengo un buen motivo>>

Respecto de la magia galdr, parece evidente que, siendo tan analítica, tuviera una serie de rituales y aprendizajes concretos que requirieran de un aprendizaje a la manera moderna, estop es, con libros. Con la llegada del cristianismo, como ocurrió en prácticamente toda Europa, comenzaron las leyendas que hablaban de santos hechiceros y de escuelas de magia "negra" donde el diablo instruía a sus aprendices. De esta manera, al igual que en España estaba la Cueva de Salamanca, en Escocia el Black Airt, o en Rumanía la Scholomance, en el mundo nórdico existían dos localizaciones como Escuelas Negras: una, el monte Brocken en Alemania, donde la tradición popular dispuso a las brujas y el Fausto de Goethe pasa la noche de Walpurgis; la otra, en Islandia, en las escuelas catedralicias de Hólar y Skaltholt. Algunos de los hechiceros más famosos fueron personajes reales adornados por el folclore, fueron Sæmundur (S. X), quien comparte con otros compañeros europeos la aventura de engañar al diablo para poder abandonar la escuela; el obispo Gottskálk (S.XVI), supuesto autor del Piel Roja; Eírikur(S.XVII), de la Escuela Skálholt, nigromante que trató de obtener un libro con hechizos tan poderosos que su dueño se había enterrado con él; y por último, el hechicero Galdra-Loftur (S.XVIII), quien fue destacable alumno de la Escuela Negra de Hólar, el más poderoso pero el más villano de todos, que trató de conjurar a todos los obispos difuntos de la catedral de Hólar para que el propio obispo Gottskálk le diera el Piel Roja perdido, debiendo detenerse en su empeño cuando se dio cuenta de que el obispo le estaba engañando para que, con sus hechizos, tirase abajo la catedral y murieran él y su ayudante. Nótese el poder del que alardearía éste último, y el sobrenombre galdr que se le dio, frente a hazañas menores que se cuentan de los anteriores. A Loftur sólo se le resistieron este fantasma y su maestro y Decano de la catedral, quien estaba protegido por un "poder Superior".

La magia nórdica tuvo distintos grados de aceptación en la era cristiana. En muchos lugares, ciertos actos de magia eran considerados diabólicos, mientras que en otros se consideraban tradiciones rurales sin mayor importancia, sobre todo cuando se trataba de símbolos o cánticos en relación con el tiempo meteorológico o la protección de las cosechas. Los galdr pasaban por canciones populares o dichos. Muchos de los conjuros a partir del cristianismo fusionarán ambas creencias, convirtiendo el Padrenuestro en latín en un texto final y confirmador de los conjuros., así como invocaciones a la Trinidad, a Jesús, María, José y otros santos, como Salomón, Santa Isabel o Juan el Bautista. Asimismo, entre dioses como Odín, Frejya o Thor se invocaba también a Satanás y Belcebú, considerados espíritus "no cristianos", y por tanto, dioses que podrían convivir con el resto en el Valhalla. Además, palabras como Dróttiinn (Señor) y Guð o Gott (Dios), no eran desconocidas en las religiones e invocaciones nórdicas, por lo que, si se daba el caso, no resultaba excesivamente difícil camuflar un conjuro como una oración. A esto se sumaba la magia analógica vista anteriormente. Y, ¿quién, sino Jesús, podía sustituir fácilmente episodios de curaciones milagrosas de otras divinidades?

La importancia de los libros radicaba en la prueba fehaciente de la existencia de hechicería y de escuelas que la distribuían como enseñanza. Muchos libros son semilegendarios, como el Rauðskinna (Piel Roja) o el Gráskinna (Piel Gris), pero de sus leyendas puede deducirse la existencia de libros semejantes. Si bien muchos no sobrevivieron hubo uno que sí, cuyo origen estaría de la mitad del S.XVI, en Islandia, el llamado Galdrabók. El manuscrito que ha llegado a nosotros, sin embargo, es del S. XVII y habría pasado por tres manos que habrían realizado añadidos, dos de magos islandeses y una de un mago danés. Actualmente se conserva en la Real Academia Sueca de las Artes, en Estocolmo. En este texto se encuentran de manera manifiesta lo expresado anteriormente sobre los tipos de magia galdr: encantamientos hablados y bastones rúnicos. Contiene asimismo menciones tanto a divinidades paganas como a personajes bíblicos. Es curioso ver, tras la reforma protestante, las fórmulas religiosas católicas fueron añadidas a las prácticas mágicas, equiparándolas a la magia en lo que se refería a estar "fuera de la norma". Otros libros de magia galdr conservados pueden ser el Manuscrito Huld, el Manuscrito Kreddur y libros de medicina popular donde aparecen ciertos talismanes rúnicos. Desde finales del S.XX, con el renacer ocultista y neopagano, podemos encontrar compilaciones y grimorios inspirados o reconstruidos, como el Piel Gris, y que tiene su edición propia de la Rune-Gild.

En la actualidad, la comunidad Asatrú y los practicantes de magia de otros grupos e independientes beben de los grimorios y textos expuestos para sus trabajos mágicos, actualizando sobre todo los trabajos rúnicos y los galdrastafir, los cuales han sido popularizados como amuletos, talismanes y tatuajes.

Pietro Viktor Carracedo Ahumada - pietrocarracedo@gmail.com

Bibliografía:
-Arries, J. Magia y religión nórdicas. Ed, Luciérnaga, Barcelona, 2019.
-Flowers, S. E. Magia Islandesa. Ediciones Obelisco, Barcelona, 2019.
-Kruychkova O., Kyuchkova E. Asgard: Northern Magic. Babelcube Books, 2019.

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