Historia del ocultismo (IV). El Alto Renacimiento

01.08.2024

En el artículo anterior de Historia del Ocultismo III. El primer Renacimiento, pudimos ver el paso de gigante que supuso el Renacimiento en lo referido a las artes ocultas, y también en su enfrentamiento con la religión cristiana. El contraste con la Edad Media se hace notable en todos los aspectos culturales. Ahora veremos el Cinquecento, la etapa del Renacimiento en la que las ideas esotéricas y filosóficas ya se encuentran lo suficientemente expandidas como para que se desarrollen productos que no son introductorios, sino que se basan plenamente en los conocimientos anteriores para crear obras inundadas de mensajes que pueden interpretarse más abiertamente.

Es asimismo una época de enfrentamientos religiosos y científicos, que alimentan las mentes esotéricas como punto intermedio entre la fe y la realidad.


Arte y esoterismo en el Alto Renacimiento

  • Alberto Durero (1471- 1528)

Conocido por el simbolismo abrumador de sus grabados, como en la conocida serie de grabados sobre el Apocalipsis, lo cierto es que su obra esotérica es "Melancolía". En ella, un ángel humano contempla frustrado los astros, mientras a su lado garabatea un "putto" o Cupido en una rueda de molino, y un galgo está a sus pies. Detrás del ángel hay un cuadrado mágico cuyos nueve números suma siempre el mismo resultado = 34, que se ha interpretado como la muerte de madre el 3 de abril, ya que en la ultima fila de ese cuadrado aparece también el año de su muerte: 15-14. Al fondo vemos un pai,saje de fondo bastante desolador.

Los más atrevidos han intentado identificar los símbolos del compás, la escuadra, la bola, etc, con iconografía masónica, si bien los masones surgirían más de un siglo después . Parece más bien una apología de los estudios neoplatónicos, alcanzando el conocimiento absoluto a través de la matemática. Por otra parte, la "melancolía" en su tiempo no era la tristeza, era uno de los cuatro "humores" de los seres humanos, que a su vez se relacionaba esotéricamente con varios elementos que aparecen en el grabado, por ejemplo Saturno, planeta tortuoso influyente en los artistas.

  • Michelángelol Buonarrotti (1475-1564) 

No necesita presentación: arquitecto, escultor, pintor, artista modelo de toda Florencia y de toda la Italia renacentista, era gran conocedor de la iconografía y el simbolismo. Mediante sus relaciones con los Medici y el Vaticano, todas ellas con altibajos, consiguió ser artífice de obras que a día de hoy continúan en la categoría de espectaculares. Pero además, por influencia de su tiempo o por interés personal, hay múltiples referencias de carácter esotérico en sus obras. Vamos a pasar por encima de la silueta de cerebro-Dios de la Creación, o de la calavera en negativo que compone el fresco del Apocalipsis. Son cosas mucho más discretas y a la par evidentes. Por ejemplo, que en la PIedad, Jesús tenga un colmillo de más, como símbolo de la imperfección y los pecados de la humanidad, o que aparezcan las Sibilas de Cumas y Delfos en la Capilla Sixtina. En este espacio además, se ha realizado recientemente un estudio que podría demostrar que, a través de las figuras bíblicas, se están representando las letras del alfabeto hebreo, y por lo tanto, un segundo sentido cabalístico para cada una de las escenas. Se han encontrado igualmente más mantos y posturas como los del Dios de la Creación, que supondrían otros órganos del cuerpo humanos: los riñones, la médula espinal… y por lo tanto, que toda la obra sería un cuerpo humano, o lo que es lo mismo, una representación de Dios. Empero, todavía hay más misterios pendientes de análisis: gestos obscenos entre los ángeles, posturas retorcidas consideradas "extrañas" para quien no quería ser pintor, sino escultor, y precisamente por ello un genio de la anatomía.

Por otra parte encontramos filosofía y religión, así como ciencia, enfrentadas de forma sutil y metafórica, por ejemplo a través de la Creación en la separación de la luz y la oscuridad. El punto final, el Juicio Final, rompe con la estética del Cristo reluciente y barbado, pero además, el detalle a destacar es la presencia directa y humana del Cristo, sin intervención de la Iglesia, y con un grupo de judíos dentro de los "justos" que se han salvado. Se sabe que MIguel Ángel estuvo interesado en la doctrina del Espiritualismo, que decía que podía entrarse en contacto con Dios sin necesidad de intermediarios. Teniendo en cuenta su mala relación con el Vaticano, no es de extrañar que decidiera hacer la Capilla a su gusto e interpretación, y no al de quienes lo encargaron.

  • El Sueño de Polifilo (1499)

Siguiendo con el simbolismo, encontramos la obra El Sueño de Polifilo, atribuido al dominico Francesco Colonna (1433-1527). Se trata de un libro con 168 xilografías cargadas de mensajes ocultos, que narra cómo Polifilo realiza un viaje claramente iniciático (acompañado de ninfas, va atravesando bosques y puertas de los sueños) hasta la fuente de Venus para encontrar el amor y reconciliarse con Polia, la cual lo rechazó y lo vuelve a rechazar, sólo besándolo cuando Cupido y Venus hacen acto de presencia. Momento en el cual, en plena felicidad, Polifilo despierta.

Para muchos es una obra humanística única, para otros, una obra esotérica extremadamente enrevesada. Se descubrió que cada letra inicial de capítulo formaba la frase <<Poliam frater Franciscus Columna peramavit>> (El hermano Francesco Colonna ama con pasión a Polia). Los mensajes más superficiales son los que más calaron, y por ejemplo, algunas de sus alegorías aparecen en los emblemas de la fachada del patio de la Universidad de Salamanca.

La influencia de esta obra ha trascendido a su propio tiempo, habiendo sido estudiada por múltiples y doctos individuos, destacando Carl Jung, que creyó identificar en esta sobra varios de sus arquetipos oníricos.


Filosofía esotérica del Alto Renacimiento

  • Cornelius Agrippa von Nettesheim.

Con su obra Filosofía Oculta, Agrippa (1486-1535) reunió la gran mayoría de ideas existentes en el Renacimiento sobre la magia y su funcionamiento, si bien aportó igualmente ideas propias. No obstante, se nota mucho la influencia de Ficino. La obra se divide en tres partes: Magia natural o física; magia celeste o matemática; magia ceremonial o teológica.

Para él, todo está imbuido de alma (los astros, los animales, las plantas, los minerales...), un poder oculto que del cual provienen los fenómenos mágicos; y por lo tanto es necesaria la existencia de una jerarquía. Conocer las relaciones de subordinación y dominio, y las de atracción o rechazo, permite la manipulación de dichas almas para obtener, a nivel físico, nuevos materiales (alquimia), y a nivel espiritual, para que los espíritus ocultos ayuden e intercedan. Las aplicaciones medicas y mágicas de plantas y minerales derivan de las influencias celestes y divinas.

Escribió también una obra de Numerología oculta donde analiza y expone la numerología y simbolismo a través de la Cábala hebrea y las teorías pitagóricas. En relación con las jerarquías naturales, también trató asuntos de demonología, entendiendo que los demonios quedan supeditados a Dios, pero afectan libremente al ser humano.

  • Giordano Bruno (1548-1600)

Giordano Bruno es el principal mártir renacentista. Sus ideas revolucionarias alertaron a las autoridades eclesiásticas: para empezar, creía en la existencia de varios mundos y vida en varios planetas, cosa que a día de hoy no sorprende tanto, pero que en su momento era todo un ataque contra las ideas de la Creación. También pensaba que el tiempo y el espacio eran infinitos, por lo que no había un comienzo y un fin tal y como expresaba la Biblia. Y si se negaba lo infinito, entonces se estaría negando a Dios, lo que ponía a los religiosos entre la espada y la pared. Entre las acusaciones heréticas se encuentran ser antitrinitario, dudar de la virginidad de María, o considerar que Jesús era un mago habilidoso.

Con la palabra mago, Bruno se refería a un manipulador de la realidad. Para él, la magia era un proceso en el que solamente faltaba por conocer el pneuma necesario, es decir, el espíritu o energía, y conocer su "eros", es decir, su afecto, su cercanía a otros objetos y seres, para que se relacionaran y reaccionaran. Es decir, la acción-reacción y la interconexión, bases de la ciencia, medicina y tecnología modernas.

Al proceso mágico había que unir un poco de imaginación y un poco de fe: hay que entender que para Bruno, la mente y el espíritu son los grandes creadores a través de los afectos, en otras palabras, la inspiración y reacción a raíz de una experiencia. Esta exposición es aplicable a todos los ámbitos, como puede ser la manipulación física (alquimia, química, arte, literatura...) o en el plano de amoroso, religioso o político. Así es como se mueven los espíritus.

Existían varios tipos de magia para Bruno (prodigiosa, religiosa, natural, predictiva...). Pero con la excepción de la magia falsa o de prestidigitador, todos los tipos de magia confluían en que el operador era un sabio (como indicaba que magus era para los persas), un conocedor de las ciencias, entre las que destacaban las matemáticas. El Mundo estaba creado matemáticamente y todo aquello que 'funcionaba' lo hacia por una serie de reacciones matemáticas y químicas. El sabio, conocedor de las mismas, podía alcanzar a realizar cosas prodigiosas si conocía los números asociados a cada letra, símbolo, elemento, etc, y realizaba la operación mágica correctamente.

Bruno acabó acusado de herejía y condenado a la hoguera. Hoy día una escultura en el Campo de' Fiori en Roma recuerda el lugar de su muerte y la pérdida prematura de una de las grandes mentes científicas.

  • Paracelso (1493-1541)

Para eso es conocido sobre todo por una obra que no es realmente suya, acerca de las plantas mágicas. Empero, está obra sí contiene, muy de fondo, los pensamientos de corte esotérico que el auténtico Paracelso tenía.

Teophrastus Bombastus von Hohenheim se llamó Paracelso porque consideraba haber superado la medicina del antiguo médico Celso. Era un gran conocedor de los valores medicinales de las plantas, por supuesto, pero sobre todo lo era de la alquimia y la astrología. Consideraba que todos los seres vivos estaban formados por una mezcla equilibrada de sulfuro, mercurio y sal, y que diversos elementos provocaban un descuadre que se traducía en transformaciones alquímicas que provocaban las diferentes enfermedades.

Consideraba que Dios había creado un remedio para cada enfermedad. También decía que <<la verdad está en la naturaleza, no en los libros>>, y consideraba que remedios arcaicos o aparentemente inútiles podían resultar perfectos si se llevaban a cabo las ingestas y curas en los momentos astrológicos propicios. Paracelso estaba en contra de separar medicina y farmacia, y a favor de la investigación mediante operaciones y pruebas de laboratorio. De la alquimia a la química había un pequeño paso, pero la imagen externa del Paracelso ocultista y "salvador" y sus enfrentamientos con los seguidores de Galeno provocaron más problemas que avances.

Sus obras generales son tediosas, y las más populares son, como no podía ser de otro modo, aquellas destinadas a la fabricación de talismanes e infusiones.

  • Heinrich Khunrath (c. 1560-1605)

Fue discípulo de Paracelso y destacó por el desarrollo de una magia natural "cristiana" cuyo fin debía ser alcanzar a Dios. Además, defendió la alquimia desde un punto de vista del empirismo, y fue uno de los primeros en mencionar separadamente la alquimia espiritual.

  • Augier Ferrer (1512-1588).

Nacido en Toulouse y destacado poeta, fue también astrólogo e intérprete de sueños. Algunas de sus obras partían de estudios antiguos, como el Liber de Somniis (Libro sobre los Sueños), que incluye ideas de Galeno o de Hipócrates, otras son un trabajo más puntualizado, como el Jugements astronomiques sur les nativités (Juicios astronómicos sobre los nacimientos). Recordemos que aún astronomía y astrología se entremezclaban.

  • Giovanni Battista della Porta (1535 - 1615)

De origen napolitano, Della Porta fue considerado filósofo y alquimista, pero ante todo fue científico, y el rastro de su mente analítica y crítica puede sentirse en sus obras. Magia naturalis (compuesta de cuatro tos, un total de 20 libros) causó tanta admiración como recelo, ya que planteaba cuestiones totalmente científicas y técnicas (el uso de lentes, la astronomía, geografía, magnetismo, cosméticos, incluso cocina...) con cuestiones magicas o alquímicas propiamente dichas ( la destilación, los milagros, los eventos sobrenaturales, etc). De él leemos: <<la magia que es algo malo y en relación con los espíritus, esa es la hechicería; la magia natural es otra, la cual todo hombre excelente y sabio admite y abraza, y la cultiva con grandes aplausos. Ninguna es tenida en mejor estima ni más tenida en mente por los hombres de saber>> (Cap. 2, Libro I Magia Naturalis)

  • Tomasso Campanella (1568 - 1639).

Fray Tomasso Campanella destacó por sus teorías de que todo tiene sentimientos, incluyendo animales, plantas, los elementos y el propio universo, por lo que los cambios, según él, no se producen por "potencias", sino por "instintos y voluntades", que es lo que confiere sentido a la existencia. Si hay sentido, hay alma y espíritu en todo. Aplicado a la magia en su Libro IV (dentro de su obra De sensu reru et magia), la divide en magia divina, imposible sin la gracia de Dios, magia natural y magia dia­bólica, de la que prefiere no hablar. Considera que la magia natural y consiste en imitar a la naturaleza y sus efectos son causa y a la vez producto de los sentimientos del ser humano, aunque a veces haya que guiarse por complejas teorías homeopáticas de discutible realidad. Todo ello sobre la base de que el universo es un reflejo divino, cuya voluntad múltiple sigue siendo la de Dios. Por esta razón la astrología es una gran ciencia a la que prestar atención para identificar las voluntades del macrocosmos. Un pensamiento esotérico-filosófico universalista que sin embargo no es antropocéntrico sino equilibrador.

  • Pietro Pomponazzi (1462-1525)

Fue un filósofo que centró su trabajo en el estudio de la inmortalidad del alma, así como la separación de la razón y la fe, de lo racional y lo emocional. En lo que se refiere a su faceta más metafísica y relacionada con el esoterismo, tendríamos su De fato, acerca de la predestinación, y De Naturalium effectuum causis sive de incantationibus (Sobre las causas de sucesos naturales, o sobre los encantamientos) (ca.1520), en la que intenta explicar que las llamadas influencias de la magia y la astrología son realmente influencias y relaciones naturales, de modo que el movimiento de un planeta. por ejemplo, no afecta a la tierra por "magia", sino por una serie de procesos físicos y matemáticos naturales, de relaciones, causas y efectos. Sin embargo, como esto también lo aplicó a los milagros, de manera que pudieran explicarse según las leyes de la naturaleza, cayó en el punto de la Iglesia y esta obra fue incluida en el Índice de libros prohibidos.

  • Nostradamus (1503 - 566),

Nostradamus, cuyo verdadero nombre era Michel de Nôtre-Dame, fue un boticario francés que trabajó como médico durante los brotes de peste bubónica, criticado por las universidades - la botica estaba prohibida estatutariamente - , sin embargo fue reconocido por sus avances en el tratamiento de la peste a través del aseo, la alimentación y la llamada "píldora rosa", que sabemos que contenía principalmente vitamina C, que aún hoy se utiliza en multitud de medicamentos. Con el fin de sus viajes como médico y habiendo conocido distintos personajes en el camino, publicó almanaques proféticos bajo su nombre latinizado, Nostradamus. Se interesó por la adivinación mediante revelación, trances, e incluso sobre un trípode de bronce, como la PItia de Delfos, y oler hierbas y aceites. Su éxito provocó que continuara escribiendo hasta mil poemas proféticas, y que la corte solicitara su compañía para desarrollar horóscopos, como hizo Catalina de Medici, y provocó al mismo tiempo que las profecías de Nostradamus se oscurecieran, que mezclara palabras de varios idiomas antiguos y modernos, cortara palabras o cambiara su orden, introdujera anagramas… todo con el fin más probable de no realizar menciones de lugares y nombres concretos. Otros estudiosos piensan que el propósito de esta complejidad era alejar la persecución de la Inquisición, al hacer sus poemas tan incomprensibles. Su libro más famoso, Las Profecías, fue publicado en Lyon en 1555, y a día de hoy todavía se sigue consultando, si bien el efecto forer al que está sometido es descarado. Nostradamus murió de un ataque al corazón y sus escritos se multiplicaron,

  • Francis Bacon (1516-1626)

Es un personaje que se mueve en el mundo de la ciencia, la filosofía y hasta la psicología, sin embargo, Bacon no puede considerarse precisamente alguien a favor de lo esotérico al contrario, sí era alguien muy crítico con la magia y el esoterismo. En sus obras decía que la alquimia y la astrología eran ciencias que pecaban de imaginación, mostrando un rechazo importante hacia ellas, con la excepción de que respetaba la alquimia en su parte química. Precisamente en su obra Novum Organum explicó cuáles eran las normas que debían seguirse como ciencia, precisamente explicando las que no cumplía la alquimia. Probablemente su relectura acerca de la magia natural como la manipulación física o los planteamientos acerca de su relación con los masones y los rosacruces han pesado demasiado en su biografía.

Acerca del astrólogo y mago británico John Dee, tenemos un artículo completo que os invitamos a visitar, para no dejarnos en el tintero ningún evento clave de sus trabajos y su vida.A toda esta vorágine de pensamiento se suman los avances de la ciencia: Nicolás Copernico es conocido por sus estudios matemáticos y su planteamiento heliocentrista, es decir, manifestar que la tierra y los planetas giraban alrededor del sol, y por lo tanto que la Tierra, la Creación, no eran el centro del universo. No mucho más tarde el alemán Kepler, defensor del sistema copernicano, enunciará las leyes del movimiento de los planetas y la armonía natural, a los que deberán adaptarse la astrología y la magia natural.


Pietro V. Carracedo Ahumada - pietrocarracedo@gmail.com

Bibliografía:

- Coulianu. I.P. Eros y la magia en el Renacimiento. Siruela, 2007.

- Daxelmüller, C. Historia social de la magia. Herder, 2009

-Fernández Álvarez, M. Gran Hª. Universal. VI. Renacimiento y humanismo.. III. 8. Ed. Najera. Madrid, 1990

- Gerin Ricard, L. de; Historia del ocultismo. Luis de Caralt Ediciones, 1975


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