La Montaña de Sorte en Venezuela (I): María Lionza y las cortes espirituales
Hablar sobre la Montaña de Sorte, es sinónimo del Monumento Natural Cerro María Lionza, el cual se ubica al sur de Chivacoa, municipio Bruzual y que conforma el el conjunto montañoso el Macizo de Nirgua (Yaracuy) en el centro- occidente de Venezuela. Es un espacio geográfico con un énfasis de significado para lo ecológico, cultural, y religioso para el país, ya que en sus 11.719 hectáreas se acuna el mito a María Lionza.
Esta montaña se considera como el Monumento Natural de Maria Lionza, hablar de ella (la montaña) es hablar de la deidad. ¿Pero por qué deidad? ¿Quién es Maria Lionza? ¿Por qué mencionamos la religión y lo "mágico-espiritual?
María Lionza es una de las "Tres Potencias Venezolanas", tres de las figuras centrales del culto espiritista venezolano, junto con el cacique Guaicaipuro –jefe de las tribus indígenas que se opusieron a los españoles durante la colonización de Venezuela–, y el Negro Felipe –soldado que presuntamente habría participado en las guerras de Independencia de Venezuela. Juntos representan la gloria del espiritismo venezolano.
El culto a María Lionza es el movimiento espiritual más popular de Venezuela y se caracteriza por ser autóctono. Siendo un fenómeno social y religioso que expresa un conjunto de creencias. En él, se mezclan el espiritismo con diversos sentimientos del pueblo: la fe, la devoción, la esperanza, entre otros. María Lionza posee una dimensión híbrida de un sistema formal e informal, de lo mágico a religioso, tan excepcional de la cultura venezolana, razón para establecer que María Lionza no tiene inicio, ni tiene fin.
Cabe destacar que en la montaña se encuentran dos escenarios claves en los que se desarrolla el culto a la diosa: El río Yaracuy (en su curso) es decorado por una alfombra de velas prendidas por los visitantes siendo utilizado como zona de baño, al considerarse también sagrado. Y la cima de la montaña, con diferentes altares dedicados a los incontables espíritus que forman la corte de la diosa.
En los múltiples y elocuentes relatos sobre el origen de esta deidad venezolana, conocida como La Reina de Sorte, se suceden e integran las culturas, tradiciones, creencias y ritos de las religiones indígenas, africanas, afroamericanas y católica, en un sistema de doctrinas en eterna elaboración y transformación, pero que es la expresión de muchos elementos que conforman la identidad del venezolano, y del crecimiento valorativo del espacio ocupado por esta diosa de origen aborigen y mágico.
María Lionza
María Lionza es considerada la reina, madre y diosa del culto que lleva su nombre. Es la protectora de la naturaleza, y se caracteriza por ser una mujer de inigualable belleza, que vive en un palacio situado en una cueva, bajo un lago en las montañas de Sorte. Allí se encuentra rodeada de animales, espíritus subalternos y almas que le rinden pleitesía, al pagar servicios recibidos. Se la representa viajando por la montaña, montada sobre una danta, mostrando su belleza y representando el principio femenino de las grandes madres egipcias y mediterráneas, tal como lo dice Neuman (citado en Capriles, 1980).
Esta diosa, al igual que las otras diosas presentes en las culturas orientales y occidentales, presenta una serie de contradicciones. Por un lado es una virgen, ya que en sus orígenes era una diosa, una doncella y una virgen indígena que se sincretiza con la Virgen María, lo que le identifica con uno de los atributos de la Gran Madre. Ella es el principio creador independiente del hombre personalizado, el poder y la riqueza de lo femenino apartado del principio masculino. De la misma forma, María Lionza es una diosa de la fertilidad, patrona de la vegetación, que otorga fertilidad a los campos y a los humanos; la cual debía pertenecer a las serpientes y espíritus acuáticos, pero una vez que fue raptada por estos, ella fue extendiendo su poder hacia otro nivel de la naturaleza, patrón que se observa en la gran diosa Siria del Ras Shamrah, quien al principio era la ninfa de un lago y luego comenzó a extender sus poderes, hasta convertirse en una diosa de las plantas y animales (Bracho, 2004; Capriles, 1980).
Su origen se remonta a los mitos indígenas donde la describe siendo hija de una madre indígena y padre español, contando la leyenda que un día fue al río a bañarse y en un reflejo pudo observar que sus ojos eran más claros, en comparación a las otras personas que la rodeaban y allí sintió que era única en su tribu, para optar luego por fundirse con el agua para ser prosperidad y cosecha, siendo así la deidad principal dentro de la montaña, la cual esparce el espiritismo como religión (siendo mezcla de creencias católicas, indígenas y africanas) dando apertura a un Universo de espíritus que son venerados en el mundo de los vivos.
Convirtiéndose hoy en día, en la reina, madre o inspiración de un culto espiritista, popular en Venezuela, cuyos seguidores se hacen llamar "marialionceros".
Aunque existe una versión más común de la leyenda sobre su origen , que cuenta así: fue rescatada por una anaconda cuando fue arrojada a un lago por su padre para evitar que se cumpliera la profecía sobre la ruina de la zona. Una vez fuera del lago se convirtió en diosa rodeada por animales, agua y plantas. Y así bautizarse también como una diosa de la fertilidad, patrona de la vegetación, que otorga fecundidad a los campos y a los humanos, vinculada a las serpientes y a los espíritus acuáticos.
Decenas de leyendas se tejen sobre este personaje, cuya imagen más popular viene dada por una escultura que la representa sobre una danta (como se le llama al tapir en Venezuela), con los brazos levantados, sosteniendo un hueso de pelvis femenina.
Las cortes espirituales
Como se dijo anteriormente, junto con el indio Guaicaipuro y el Negro Felipe forman la tríada del monte, pero no solamente se venera estas deidades, también se encuentras otras "cortes religiosas".
Dentro de estas cortes se encuentran la Corte de médicos y la Corte India, que son cruciales en la religión, pero en total hay siete cortes principales, y asimismo hay cortes que son ramificaciones de las mismas siete, como la corte Vikinga o la Chamarrera.
Las cortes espirituales, no son más que una estructura socio-espiritual de escalas jerárquicas, compuesta por comunidades de espíritus que convergen y se entrelazan como una familia. En ella se integran diversas almas las cuales coinciden dependiendo de las semejanzas y características que tuvieron en vida.
Estas cortes se agrupan y se componen de la siguiente manera:
Corte india: con María Lionza (como fuente principal) y los grandes caciques indígenas de la historia mitificada de la lucha indígena contra los españoles.
Corte Negra: guiada por el Negro Felipe y la Negra Matea, comprende también la negra Francisca y a San Benito; más un indeterminado número de personajes, incluyendo algunos lideres de las revueltas negras contra los españoles en el siglo XVIII.
Corte de los Don Juanes: comprende personajes populares de tipo naturalístico y simbólico, como Juan de los Cruzados, Juan del Dinero, Juan de Yaracuy, Juan del Agua, etc.
Corte de los médicos: el doctor José Gregorio (santo muy reconocido en Venezuela, sin embargo, hay una disputa con la iglesia católica ya que solicitan la canonización de este personaje, pero al estar dentro de los rituales espiritista no permite la realización de dicho proceso) encabeza esta corte que comprende médicos famosos de importancia nacional o local, como José Vargas, San Gerardo y San Pancracio, considerados protectores de los médicos.
Corte Libertadora: también llamada "militar" o de Simón Bolívar, quien la encabeza. Comprende a Miranda, Sucre, Páez y otros libertadores, más Gómez y, en algunos lugares, al negro Felipe (perteneciente ya a la Corte Negra).
Corte africana: comprende las siete potencias del panteón yoruba y, en general, de la santería antillana (Changó, Yemayá, Ochún, entre otros).
Corte de los malandros: formada en tiempos recientes, no hay mucho que imaginar quienes conforman dicha corte, comprendiéndose de figuras marginales que se han distinguido por sus hazañas fuera de la ley (dejamos las acciones a imaginación del lector). Se puede mencionar a: Ismael, Isabelita, Tomasito, Jhonny, entre otros. (originados fundamentalmente en las áreas barriales de Caracas, capital del país).
A estas cortes se añaden otras, como la Corte Celestial, con Santos de la iglesia católica y santos populares; la Corte de los estudiantes; la Corte vikinga, con Erik el rojo y sus hijas; la Corte chamarrera, con Toribio Montañés y Lino Valle, entre otros; y, finalmente, la Corte calé, donde encontramos hasta al Che Guevara. Es evidente que las cortes son compuestas de personajes muy diferentes, desde figuras históricas, individuos importantes en el ámbito local, hasta espíritus de origen africano o santos del catolicismo popular no aceptados por la Iglesia.
J.A. - Jsanc32@gmail.com
Bibliografía:
-Ferrándiz Martín, F. Escenarios del cuerpo. Espiritismo y sociedad en Venezuela. Universidad de Deusto, 2004
-Franco, m. Diccionario de fantasmas, misterios y leyendas de Venezuela. Libro de El Nacional, 2007
-Pollak-Eltz, A. María Lionza, mito y culto venezolano. Universidad Católica Andrés Bello, 1985
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